Es Tauro: el momento oportuno para sanarnos a nosotros mismos y al mundo. Al igual que el oso hibernante siente el calor de la primavera y comienza a moverse, este mes estamos despertando ante energías poderosamente revitalizantes. El invierno ha pasado; hemos experimentado la influencia transformadora de Nisán y hemos comenzado a separar esos mares metafóricos en nuestra vida. Ahora accedemos a los poderes representados por el toro. La pregunta es: ¿nos dejaremos adormecer por el sol en el pasto, ignorando u olvidando lo que hay más allá de la cerca? ¿O reuniremos esa fuerza de toro y arremeteremos para alcanzar nuestro potencial?
Porque si bien Tauro representa la fuerza física suprema, el hecho es que el toro también es un amante de esos pastizales calentados por el sol. A Tauro le encantan todas las cosas hermosas y positivas, así que la energía de este mes puede hacer que ese pastizal se sienta demasiado cómodo.
Y todo este optimismo es maravilloso... pero...
Cuando nos protegemos de la oscuridad hasta el punto de convencernos de que no existe, irónicamente nos cegamos con la Luz; o como lo expresó Rav Berg: “La Luz se convierte en nuestra sombra”. La Kabbalah enseña que todo está en equilibrio, y que entender y trabajar con ese equilibrio es la clave para efectuar el cambio en nosotros mismos y en el mundo. Aunque queramos eliminar la negatividad y la oscuridad en la medida de lo posible, esto no puede ocurrir sin que reconozcamos su presencia en primer lugar.
Podemos empezar por mirar con sinceridad nuestras propias áreas personales que necesitan crecimiento y reparación. ¿Necesitas trabajar la paciencia? ¿Hacer más ejercicio? ¿Sanar una vieja herida al hablarlo con alguien? Este mes nos proporciona el músculo para hacerlo con éxito.
Y más allá de nosotros mismos (y de la cerca de nuestro pasto) está el mundo, con sus maravillas Y TAMBIÉN con sus calamidades. La energía de guevurá, o juicio, es abundante ahora y desempeña un papel importante en nuestro despertar mundano.
Este mes, ese poder del juicio puede ayudarnos a dar menos pasos hacia atrás (u holgazanear en el pasto) y a dar más pasos hacia delante. Más redoble. Como escribió el Rav: “[En el mes de Tauro] podemos salir de nuestra burbuja y ver el mundo tal y como es, emprender acciones y ser sensibles a los demás. Podemos comprometernos con el mundo y con todos sus problemas, incluso si eso significa perder parte de nuestra propia paz y tranquilidad. Podemos arriesgarnos a cambiar sin miedo”.
Es cierto que cualquier tipo de postura requiere valor. En su libro Why We Act, la profesora de Amherst, Catherine Sanderson, comparte las formas en que nuestra voluntad de actuar puede verse influida por los demás. Cita un estudio de la Universidad de Pensilvania que demuestra que si tan solo el 25 % de un grupo adopta una postura ante un acontecimiento o asunto, ya sea positiva o negativa, se establecerá una nueva norma. Por ejemplo, cuando los estudiantes saben que sus compañeros se enfrentarían a un hostigador, es más probable que ellos mismos se enfrenten. Del mismo modo, cuando se produce un robo en el metro y la mayoría de la gente lo ignora, la complicidad se convierte en la norma y parece aceptable para todos los presentes. La conclusión, según Sanderson, es la siguiente: “Una sola voz puede ser suficiente cuando esa persona da a los demás el valor de alzar la voz”. O para actuar. Este es nuestro mes para ser esa voz: mirar a nuestro alrededor, ver los problemas internos y externos, y ser el cambio.
Recuerdo un día, hace unos años, en el que nuestra hija Abigail se lamentaba de las acciones de uno de sus amigos que no se comportaba amablemente. Ella dijo que no creía que este amigo, o que cualquiera, perdiera alguna vez su amabilidad… pero que a veces simplemente no la encuentran. Sigue estando en ellos, aun cuando no la ven. Qué palabras tan sabias las de un niño (¡que es lo que ocurre tan a menudo!). Para cualquiera de nosotros, a cualquier edad, el verdadero crecimiento implica que primero reconozcamos un problema y luego creamos que se puede cambiar. Si bien Abigail no necesariamente podía cambiar el comportamiento de su amigo, sí podía imaginar lo mejor de otra persona y actuar en consecuencia. ¡El consejo de Gandhi de “ser el cambio que quieres ver en el mundo” comienza con la conciencia de su necesidad!
Mientras las energías motivadoras, poderosas y sanadoras de Tauro están con nosotros este mes, pregúntate dónde estás parado y dónde necesitas plantarte más:
¿Qué aspectos de mi ser necesitan ser tratados, cambiados o reparados?
¿Qué asuntos importantes estoy ignorando en el mundo y cómo podría actuar este mes para ayudar a mejorarlos?
El cambio no es fácil; el crecimiento no es cómodo. Pero ambos son necesarios si queremos tener una vida con propósito, alegría y plenitud. Enfrentarse a esos espacios oscuros puede no ser siempre pintoresco, pero el mundo por venir necesita que los veamos para que empecemos a sanar. Como compartió mi marido Michael: “Si tuviésemos siquiera un atisbo de nuestro verdadero potencial, empujaríamos con más energía, cambiaríamos más rápidamente y nos conectaríamos con más fuerza. Durante el mes de Tauro, podemos llegar a una comprensión más profunda de quiénes somos y cuál es nuestro potencial”.
Así que adelante, toma una siestecita al sol. Después de un largo invierno, sienta de maravilla, ¿verdad? Pero después, levantémonos, sacudámonos y miremos más profundamente en nuestro interior y más allá de esas bonitas flores silvestres. Equilibremos nuestro descanso con algo de inquietud, porque este mes tenemos la fuerza para mover no solo cercas, sino también montañas.