“El llanto que escuchamos en lo profundo de nuestro corazón proviene del niño herido en nuestro interior. Sanar el dolor de este niño interno transformará las emociones negativas”. -Thich Nhat Hanh
El mes de Aries es el inicio del nuevo año lunar. En hebreo de llama “Rosh Jodashim” o cabeza de todos los meses. Debido a que es la semilla del año y el ADN de todos los meses venideros, nos ofrece la oportunidad de sembrar las semillas con nuestra conciencia para hacer profundo trabajo espiritual que suavizará nuestro viaje y facilitará nuestro camino para cambiar este año.
Los primeros 12 días de Aries son particularmente importantes porque cada uno corresponde a los 12 meses del año entrante. El Kabbalista del siglo XVI Rav Isaac Luria explica que el trabajo espiritual que hacemos en estos 12 días influye en lo que viviremos en los meses venideros correspondientes.
Con el fin de guiarlos a través de un proceso de transformación interna, voy a implementar dos modalidades de manera simultánea: la astrología kabbalística y el arquetipo del niño interno, con el fin de que nos ayuden a hacer el profundo trabajo de sanar desde adentro.
Mi deseo es que con el conocimiento de la oportunidad cósmica que tenemos en los siguientes 12 días, un regalo de parte de los grandes kabbalistas, junto con una exploración de nuestro ser interior, podamos comenzar a aceptar a nuestro niño interno y avanzar hacia el crecimiento y la madurez espiritual.
Espero acompañarlos en este viaje
Los 12 días de Aries. Día 12: Piscis
Bienvenidos al último de los 12 días de Aries.
Desde el anochecer del martes, 19, hasta el atardecer del miércoles, 20 de abril, 2016.
Piscis es un signo mutable de agua. Los signos mutables poseen la energía del cambio, la flexibilidad y el movimiento. Los signos de agua tienen el don de los sentimientos y la sensibilidad. Por eso no es sorprendente que Piscis sea representado por dos peces nadando justo bajo la superficie, al borde del mundo inconsciente de los sueños y la imaginación. Allí es donde viven los piscianos, justo bajo la superficie. Son algunas de las personas más inclinadas al arte, creativas y sensibles del mundo.
El arquetipo de niño interno de Piscis siente las cosas de manera tan intensa que le parece más fácil esconderse de la realidad que enfrentarla. Está lleno de emociones y miedos, busca la comodidad en las adicciones y otros medios de escape porque la realidad de la vida es demasiado para él. El arquetipo de niño interno de Piscis es como un pequeño pez que se esconde tras una piedra. Puede sentir el dolor de los demás como una manera de medir las aguas que lo rodean para protegerse del peligro.
Todos tenemos un poco de este arquetipo de niño interno en nuestro interior. Quizá evadimos a ciertas personas o situaciones que sabemos que tenemos que enfrentar. Quizá acudimos a algún tipo de substancia física por comodidad o refugio. Cualquiera que sea el caso, cuando podamos identificar este arquetipo de niño interno en nosotros, podremos comenzar a sanarlo. Al identificar lo que evade este niño, podremos entender mejor lo que necesitamos hacer en este mundo y cómo hacerlo.
Conciencia y acciones del día: Antes de buscar satisfacciones externas —mediante comida, bebida u otra cosa que te guste—, detente y pregúntate si eso es realmente lo que tu alma desea o si sólo es lo que quiere tu niño interno para sentirse mejor ahora. Encuentra dos áreas de tu vida en las que te sientas victimizado y da un paso concreto hacia ser responsable de tu propia plenitud. Siente tu felicidad y la de los demás en lugar de su dolor.
Aún más importante, sé gentil contigo y con tu niño interno. Eres una obra en construcción y el hijo de Dios que te ama. La sanación proviene de reconocer positivamente y asumir la responsabilidad de lo que debemos cambiar, no de culparnos por todo.
