“Cuando menos lo esperamos la vida nos pone un desafío para probar nuestra valentía y disposición a cambiar; en algún momento, no hay caso en pretender que nada pasó o en decir que no estamos listos. El desafío no va a esperar. La vida no da vuelta atrás”. -Paulo Coelho
Las palabras de Paulo Coelho expresan una dura verdad sobre la vida: los tiempos difíciles son inevitables. En nuestra vida nos enfrentaremos a todo tipo de dificultades, desvíos y situaciones desafiantes en las que sólo intentamos. A menudo parece que justo cuando las cosas comienzan a ir como queremos, nos encontramos con un problema que puede desafiar nuestra moral, integridad o fortaleza. Y como Coelho dice elocuentemente, estos momentos aparecen cuando menos los esperamos.
Pero el año nuevo es único. Basándonos en el calendario hebreo, sabemos exactamente cuándo se celebrarán Rosh Hashaná y Yom Kipur. En este momento del año, la vida nos pone un desafío que PODEMOS esperar, distinto a los que enfrentamos el resto del año. No podemos posponer estas poderosas festividades. Ellas llegan aunque estemos listos o no.
El desafío frente a nosotros tiene dos partes: Identificar las partes de nosotros que ya no queremos tener (comportamientos y pensamientos negativos) y luego eliminar de nuestra vida esas características y tendencias. Enfrentar este colosal desafío afectará nuestro año entero al desbloquear una abundancia de bendiciones y regalos.
Durante los diez días entre Rosh Hashaná y Yom Kipur, nuestras acciones positivas y negativas se ponen frente a nosotros. Podemos transformar nuestra negatividad en Luz al reconocer nuestros defectos y las maneras en las que invitamos al caos a nuestra vida, y luego realizar acciones positivas para cambiar nuestro comportamiento y pensamientos. La humildad es la clave para esta transformación. La humildad elimina el caos que invitamos a nuestra vida a través de las emociones como los celos, el ego o el enojo (por nombrar pocas). La humildad nos limpia esta negatividad y nos prepara para el cambio.
El Año Nuevo ofrece oportunidades poderosas para el cambio y el crecimiento. Estas son lecciones que están esperando ser aceptadas. Debemos enfrentarlas para recibir las bendiciones que nos esperan en el Año Nuevo. Cuando nos llega un desafío o nos sentimos bloqueados en nuestra vida, nunca parece conveniente enfrentar el desafío y, en lugar de hacerlo, solemos buscar evitarlo. “Pero tengo una fecha límite”. “Los suegros vienen”. “Sería bueno pintar la casa”. Buscamos escusas esperando poder rechazar las tareas que la vida nos ha puesto.
“Muchas veces nos encontramos en situaciones y momentos difíciles en nuestra vida, momentos en los que nos sentimos totalmente bloqueados y sólo queremos evitarlos o salir de ellos” dice Michael Berg. “Lo que no entendemos es que en esos momentos es que cada bloqueo necesita convertirse en una apertura y que toda cerradura existe esa apertura”. Cada vez que reconocemos una parte no atractiva de nuestro comportamiento, nos sentimos inclinados a mirar hacia otro lado. Es extremadamente incómodo. En ese momento estamos frente a una puerta. Reconocer este comportamiento y comprometernos con eliminarlo, nos ayuda a continuar y abrir esa puerta.
Superar el desafío impuesto por Rosh Hashaná y Yom Kipur no es fácil. Al hacerlo, enfrentamos duda e incerteza. “No evites las dudas” dice Michael Berg. “No evites los desafíos ni una dificultad, lucha contra ellos”. La transformación ocurre cuando enfrentamos el desafío de frente con todo nuestro ser. Al limitar la extensión a la que enfrentamos este desafío, limitamos el amor, la alegría y la Luz disponible para nosotros en el siguiente año. Las festividades son un regalo con el que podemos contar cada año, estas nos dan la oportunidad de crecer y abrir la puerta a una gran cantidad de bendiciones en el Año Nuevo.