Muchos secretos de Purim se pueden encontrar en los escritos del Rav Isaac Luria, “El Arí”, un kabalista preeminente del siglo XVI.
El Arí explica la idea del yuli Antes de que algo físico se manifieste, pasa por un nivel espiritual llamado yuli. El Arí explica que la única manera de transformar cualquier cosa negativa en tu vida es llevándola a este estado. Piensa en esto. ¿Con cuánta frecuencia dejas tus “asuntos” en reposo, sólo para ver cómo vuelven a salir de nuevo? El Arí explica que en Purim tienes la oportunidad de transformar la negatividad desde la raíz para que deje de molestarte, para siempre.
“Puedes convertir cualquier oscuridad”.
Durante este periodo de 24 horas conocido como Purim, puedes dejar el mundo dónde vives 364 días al año e ir al nivel de yuli. Cuando lo alcanzas, puedes convertir cualquier oscuridad en tu cuerpo, tu mente y tu alma.
Una forma de visualizar este proceso es considerando un collar de plata caro, pero feo. La plata es valiosa pero tiene una forma desagradable. Decides que quieres convertirlo en algo bonito, entonces lo fundes –lo llevas a un estado indiferenciado–, y así creas algo bello a partir de él.
Esto es lo que puedes hacer en Purim. Toma cualquier negatividad que tengas, llévala de vuelta a yuli, ¡y transforma tu fealdad en algo bello!
¡Todo se trata de deseo!
Tal como aprendiste en El Poder de Kabbalah, el deseo lo es todo. Para revelar el máximo de Luz en Purim, tienes que entender qué quieres hacer y hacerlo.
Piensa en todas aquellas cosas que quieres deshacer, en las acciones negativas que has hecho, todas las discusiones sin importancia, los pensamientos de envidia, las inseguridades, lo que sea que tengas (y todo el mundo tiene algo). Concentrarte en tu “basura” incrementa la probabilidad de que sea convertida en "regalos" en la noche de Purim.
El Zóhar dice que la negatividad más grande es la duda: la lucha por manejar lo desconocido y lo incierto. Cuando eliminamos la duda, cualquier cosa es posible. Purim es tu vacuna contra la duda.
Antes de beber y la fiesta de disfraces, participas en una lectura de grupo de lo que se conoce como la Meguilá (Libro) de Esther.
A través de la lectura, te darás cuenta de que el lector dice el nombre de Hamán en fuerte, y luego hace una pausa. Hamán es un código para toda aquella oscuridad que hayas causado en tu vida al actuar seg’un tus pensamientos negativos, especialmente la duda. Cada vez que Hamán se anuncia, puedes meditar en Caf Hei Taf, el octavo nombre de los 72 Nombres de Dios. Este nombre revela Luz en aquellas lugares oscuros de tu vida. Cada vez que oigas Hamán, medita en estas tres letras y piensa en una negatividad principal que quieres eliminar de tu vida.
El Zóhar dice que en Purim, una persona necesita emborracharse hasta tal punto que no distinga entre el bien y el mal. Sí, en esa noche el alcohol es de hecho una herramienta espiritual que se utiliza para elevar tu conciencia hasta un punto en el que lo veas todo al revés. Te permite engañar al Satán e ir al nivel de la semilla de tu “basura”, para así convertirla en un regalo.
Entonces, ¿por qué no bebemos cada noche? El Zóhar explica que las distintas ventanas en el tiempo requieren diferentes herramientas para conectarse a ellas. Simplemente, esta es la noche en la que el alcohol es una de las principales herramientas.
La fiesta de disfraces es otra herramienta para engañarnos a nosotros. Irónicamente, cubriéndonos con una máscara, bajamos la guardia, permitiendo salir a nuestro yo verdadero.
Durante el día de Purim también se lleva a cabo una comida, durante la cual se realiza la siguiente conexión.
Unidad. La Luz de Purim no puede fluir en nuestras vidas sin unidad. En la mañana siguiente de la fiesta de disfraces, nos reunimos para celebrar un festín y luego nos damos regalos los unos a los otros (si lo celebras en un Centro de Kabbalah cercano, los regalos serán provistos por ese Centro). El propósito de este ejercicio es generar un sentimiento de amor entre nosotros, para que así podamos activar la energía única que está disponible durante esta ventana en el tiempo.
La cuarta conexión también involucra dar regalos. Sin embargo, esta vez, se nos aconseja dar caridad de forma anónima a los pobres, o Matanot Laevyonim, lo cual literalmente significa “regalos a los pobres” y no caridad. De nuevo, introducimos el concepto de compartir sin ego para preparar nuestra vasija para la unidad para el año que viene.
En Purim, también participamos en Majatsit haShekel, o el dar tres monedas de plata a caridad. Nuestra conciencia durante esta acción debe ser la de ver más allá de la 'mitad' de la película, para ver más allá de lo que usualmente vemos con nuestros sentidos limitados. Cuando realmente vemos, entendemos más claramente la causa y el efecto, entendemos por qué nos suceden las cosas y evitamos juzgar a otros porque podemos ver toda la película.