Este artículo fue publicado originalmente en 2019.
La porción de Nasó habla acerca de qué hacer cuando necesitamos corregir cualquier acción negativa que hayamos hecho. Aunque, curiosamente, esta porción comienza refiriéndose a solo una de las muchas acciones negativas posibles que alguien puede hacer: robar. Pero si esta porción desea instruirnos sobre cómo corregir cualquier acción negativa, ¿por qué habla en términos generales solamente sobre el robo? ¿Por qué, de entre todas las muchas acciones negativas que la gente puede hacer, solo se escoge al robo como ejemplo?
“Todo es del Creador…”
El Sefat Emet, al contestar esta pregunta, nos da una gran enseñanza acerca de todas las acciones negativas. Él escribe: “Si un individuo entiende y recuerda siempre que todo es del Creador, y que el Creador está en control de todas las acciones, no podrá realizar una acción negativa”. Y este es uno de los pilares básicos de una verdadera vida espiritual, la cual la mayoría de nosotros entendemos, pero que todavía no vivimos a completitud. Si lo hiciéramos, nunca nos enojaríamos por eventualidades externas, ni nos entristeceríamos, ni robaríamos, mentiríamos ni engañaríamos, porque sabríamos que todo es del Creador. Si verdaderamente viviéramos de esta manera, nunca envidiaríamos a los demás, porque sabríamos que el Creador está en control y lo que está destinado a venir a nosotros vendrá.
“El Creador está en control…”
Al entender esto, podemos intentar responder la pregunta inicial acerca de porqué la Torá usa el robo como ejemplo cuando trata de enseñarnos la manera de corregir todas las acciones negativas. Es porque la fuente y base de todas las acciones negativas es que el individuo cree que no todo es del Creador, y que el Creador no está en control. En esencia, cuando realizamos una acción negativa es como si le robáramos al Creador; la Torá nos está enseñando aquí que la base de todas las acciones negativas es el robo, no a otras personas, sino más bien un robo espiritual al Creador.
Esta es una enseñanza profunda que el Sefat Emet comparte con nosotros en Shabat Nasó: todo es del Creador, el Creador está en control y, por lo tanto, actuar de manera contraria es como si le robáramos al Creador. Esperemos que esta sea una lección que usemos como peldaño fundamental para nuestro crecimiento espiritual, no solo en Shabat Nasó, sino siempre.