Este artículo sobre la porción de la semana fue escrito originalmente en 2019
He aprendido muchas lecciones en mi vida, pero una de las más importantes es no dedicarle mucha energía a un solo momento; ya que es solamente un capítulo y no el libro completo.
"La perspectiva del Creador es la historia completa".
La mayoría de nosotros ve su vida en pequeños fragmentos; no es fácil apartarse de una circunstancia presente y ver el panorama completo, pero esta es una manera maravillosa de obtener sabiduría. Esta también fue la prueba de Yosef. La porción bíblica de la semana pasada mostró a Yosef muy desolado, ya que había sido vendido como esclavo. Esta semana, Yosef está animado al ser liberado de prisión para convertirse en consejero principal del Faraón. En Mikets, vemos el ascenso de Yosef de la esclavitud a la realeza. En un momento tenemos dificultades y estamos abatidos. Al siguiente, las cosas se ven bien y por eso estamos felices. Así es la trama de emociones humanas tejida por nuestros altibajos.
Yosef pasó diez años en prisión por un crimen que no cometió, luego dos años más porque perdió la certeza en que la Luz Divina era la fuente de su libertad, no un ser humano (el copero del Faraón). Cerca del final, fue difícil para Yosef concebir que su encarcelamiento en sí era una bendición, pero eso es precisamente lo que era. En el caso de Yosef, los años que pasó en prisión lo convirtieron en la carroza que estaba destinado a ser para este mundo. Primero, se realizó la limpieza necesaria; Yosef pudo no haber sido culpable del crimen por el que se le acusaba, pero era culpable de haber creado una brecha entre sus hermanos y él. Además, estos años crearon una soledad que Yosef necesitaba para descubrir y ascender a un nuevo nivel espiritual. A causa de la oscuridad que vivió, Yosef pudo tener siempre y eternamente una apreciación intensa por la Luz.
Lo que esta porción viene a enseñarnos es que el “momento” es lo que nosotros vemos, pero la perspectiva del Creador es la historia completa.
"Todo es un milagro".
Pensamos que las cosas están bien en un momento y al siguiente están mal, nunca tomamos en cuenta que ninguna ocasión es “buena” o “mala”, sino simplemente un paso en el viaje hacia la iluminación. Vemos las huellas, pero Dios ve todo el camino, un camino que nos acerca a nosotros mismos y a la Luz.
No es coincidencia que esta semana también sea el comienzo de la temporada festiva, un tiempo de milagros, y la Luna Nueva de Capricornio. Una de las mejores maneras de atraer milagros es comenzar a reconocer que todo es un milagro. El sol que salió por el este esta mañana, el aliento de vida que nos ha sido dado un día más, el blanco puro de la nieve fresca o el verde del césped que se mueve con el viento, tener una persona que realmente se preocupe por nosotros, los buenos momentos en los que celebramos y sí, incluso los no tan fáciles a partir de los cuales crecemos: todos son milagros. Todo forma parte del diseño divino por medio del cual imbuimos nuestra alma con Luz.
La energía de Mikets, combinada con la energía de la Luna Nueva y la festividad de Janucá, nos ayuda a ver no solo las bendiciones en nuestra vida como milagros, sino los desafíos también. Porque, al igual que Yosef, en nuestros momentos más oscuros es que expandimos nuestra capacidad espiritual. Con esta conciencia podemos apartarnos del momento y comenzar a ver un marco más amplio, y algún día ver el panorama completo. Podemos comenzar a ver cómo todo lo que ocurre, sin importar cómo lo percibamos al inicio, en efecto es por el bien mayor.
Desde la perspectiva de Dios, no hay oscuridad. Solo hay Luz.