Los atletas por lo general tienen un ritual que realizan antes de competir. Puede que una jugadora de baloncesto haga rebotar la pelota tres veces mientras se prepara para hacer una canasta de tres puntos. Quizá un nadador sacuda los brazos antes de pararse en la plataforma de salida. Sin importar cuál sea el ritual que realicen, todos los atletas tienen una cosa en común: deseo. En ese momento antes de la competencia se enfocan en un deseo único.
El poder de la conexión es un precepto importante de la Kabbalah. Cuando nos conectamos con la Luz del Creador, cambiamos nuestra conciencia. Sin embargo, el Centro de Kabbalah enseña que la conciencia no es suficiente, debemos unir nuestra conciencia y nuestras acciones para poder crear milagros, ya que ambas cosas están conectadas inexorablemente. Ciertamente, ningún atleta se pararía en la plataforma de salida, enfocaría toda su energía en lo que desea obtener y luego se negaría a saltar al agua. En otras palabras: sin acción, nuestra intención no nos llevará muy lejos.
El Zóhar nos enseña que el deseo es sólo la mitad de la ecuación. Por supuesto, esto no sólo es cierto para los atletas, lo anterior es una realidad para todos nosotros; ya sea que estemos buscando una nueva carrera, una nueva relación o un nuevo camino para nuestra vida, es más probable que manifestemos los milagros al conectarnos con el Creador y seguidamente realizar las acciones necesarias.
No podemos depender únicamente en la esperanza de que un milagro ocurra. Cuando nos encontramos en una situación incómoda, no podemos simplemente esperar que las cosas sean diferentes o que las soluciones nos encuentren mágicamente. Podemos desencadenar el cambio en cualquier momento al dar pasos activos hacia la dirección de nuestros deseos y sueños. Pero la clave es dar ese primer paso.
Los kabbalistas enseñan que todo comienza con la conciencia. Tu destino final es el resultado de tu conciencia. Michael Berg dice: “Todas las bendiciones de todos los milagros que deseamos están listas. Lo único que debe cambiar es la conciencia de que sí puede ser así”.
Nuestros egos a menudo se interponen en el camino para que evitemos llevar a cabo las acciones al decirnos que es mucho trabajo o que hemos perdido la oportunidad. No obstante, la Luz siempre apoyará las decisiones positivas que tomemos hacia el cambio. Cuando puedes eliminar el ego de tu conciencia, realizas las acciones de forma natural. Michael Berg dice: “La manera de tomar control sobre la materia y crear milagros es a través del trabajo arduo, el trabajo que no queremos hacer, el trabajo que no nos sentimos inspirados a hacer, el trabajo que nuestros deseos nos dicen que no hagamos”.
La vida seguramente se encargará de presentarnos algunos desvíos inesperados. Conecta con la Luz, confía en la Luz y luego da un paso. Sabrás que te encuentras en la dirección correcta cuando las cosas parezcan alinearse. Las acciones traerán milagros para ayudarte a lo largo del camino. Michael Berg dice: “Una vez que una persona decide hacer lo correcto, hacer lo que sea necesario para conectarse con la Luz del Creador, los milagros vendrán para apoyar a esa persona”.