No es de extrañar que la canción Don't Worry, Be Happy fuera cantada por un famoso pisciano. La energía efervescente de este mes sin duda es digna de ser cantada… ¡así que gracias, Bobby McFerrin! Sin embargo, tal y como el kabbalista (y mi querido esposo) Michael Berg compartió la semana pasada: "La diferencia entre aquellos de nosotros que manifestarán grandes bendiciones este mes y aquellos que no, ¡radica en cuán lejos estamos dispuestos a llegar para crear risa y alegría!".
Esto se debe a que la risa y la alegría están entre nuestras mejores herramientas espirituales. ¡Y pueden encontrarse casi en cualquier parte! La fiesta de Purim, que este año cae los días 6 y 7 de marzo, celebra el poder victorioso de la Luz. En la historia de Purim (que se lee en un pergamino llamado Meguilá), un malvado cortesano trama aniquilar a miles de personas en la antigua Persia. Pero la ironía —un recurso habitual en el humor— proporciona los giros que conducen al feliz desenlace de la historia. En el trascurso de la misma, las identidades se difuminan, un rey se transforma y el plan del villano se convierte en su propia perdición. En Purim se nos recuerda que aportar una "conciencia de Luz" incluso a nuestros momentos más difíciles puede salvarnos de ser consumidos por ellos.
Dejando a un lado las grandes tragedias (dado que estas exigen que actuemos de inmediato), no tenemos por qué limitarnos a "transitar" esos contratiempos y bochornos que la vida nos presenta de vez en cuando. ¡Más bien podemos utilizarlos en beneficio de nuestra evolución espiritual! Podemos acceder a la felicidad con más facilidad cuando buscamos activamente el proverbial "lado positivo". ¡El lado gracioso! Porque la vida está llena de absurdos e ironías, y —la mayoría de las veces— están más cerca de lo que pensamos.
Un ejemplo: Hace algunos años, Michael y yo viajábamos por el aeropuerto en un momento en que yo estaba MUY embarazada de uno de nuestros hijos. Para colmo de mi extrema incomodidad física, la alarma del control de seguridad ¡NO. ME. DEJABA. PASAR! Supuse que había olvidado alguna cosita metálica, quizá un reloj, un botón o un par de pendientes. Pero una vez eliminados todos los posibles detonantes, ¡seguía activando el agobiante ruido de la alarma!
Bueno, ya sabes lo que eso significa: ¡que empiece la requisa! Así que allí estaba, de pie como un globo hinchado en el pasillo de inspección, con una amable mujer de seguridad —y después, más agentes con buenas intenciones— intentando identificar al culpable. (Pista: ¡esos brassieres para embarazadas tienen más andamios que la mayoría de las obras de construcción!).
¿La idea contar esta historia? Podría haberme enojado o disgustado —y claro, fue bastante bochornoso—, pero en lugar de arremeter, me reí y pregunté si alguien más quería unirse a la fiesta. La gente pasó y se rio conmigo. Y me sentí bien al ver que otros viajeros estresados se tranquilizaban y sonreían. ¿Quién sabe? ¡Quizá ese pequeño inconveniente para mí hizo que el viaje de otra persona fuera un poquito mejor!
Y eso es lo que hace el humor: nos conecta con nosotros mismos y con los demás. El humorista y autor internacional Scott Friedman cree que "la forma más elevada de humor es la capacidad de reírse de uno mismo. Es una cualidad de liderazgo que demuestra que aceptas tus defectos y tus tonterías, tu idiosincrasia y tus imperfecciones". Asimismo, Victor Borge dijo célebremente que "la risa es la distancia más corta entre dos personas". ¡Ambos tienen razón! Cuando nos divertimos, dejamos de insistir en lo que hemos dicho o dejado de decir o no hicimos hoy. Cuando compartimos risas, trascendemos nuestras diferencias y nos conectamos en el momento. Al dalái lama le gusta llamarse a sí mismo "risueño profesional", y dice que su deseo es "ver más sonrisas, sonrisas de verdad. [Y] si queremos esas sonrisas, ¡debemos crear los motivos que las hagan aparecer!".
Con eso en mente, he aquí algunas ideas para ayudar a aumentar la Luz en tu día:
Buscar el humor y la risa también tiene beneficios para la salud. Estudios publicados por la Clínica Mayo han demostrado que reírse a carcajadas estimula el corazón y los pulmones, y aumenta las endorfinas de la felicidad en el cerebro. La risa con regularidad puede fortalecer el sistema inmune y reducir la ansiedad y la depresión. De hecho, otro estudio realizado en la Universidad de Loma Linda descubrió que la risa reducía las hormonas del estrés hasta en un 70 % en los participantes (Berk et ál., 2006).
Así que esta semana, ¡encuentra más formas de aumentar la alegría en tu vida! No hace falta que te detengan en la fila de seguridad de un aeropuerto para encontrarle la gracia a los pequeños contratiempos y disgustos de la vida. Aprende a aceptar lo absurdo y lo milagroso aquí, allá y en todas partes. Porque el siguiente nivel de tu crecimiento —y la oportunidad de traer más bendiciones y más Luz a tu vida— ¡está siempre a una sonrisa o una carcajada de distancia!