Bienvenidos a la Luna Nueva de Cáncer. Llegamos al momento en el que comenzamos a albergar la energía de todo el año. Cáncer es el inicio de los últimos tres meses del calendario kabbalístico. La energía que hemos creado durante los últimos nueve meses comienza a asentarse y se posa en las palmas de nuestras manos. Al igual que la belleza y la gracia de la mariposa monarca, esta energía flota hacia nuestras manos si estamos abiertos y preparados para recibirla.
El mes de Cáncer es regido por el cuerpo celeste de la Luna. A diferencia de los demás cuerpos celestes que dividen su energía entre dos constelaciones, la Luna concentra todas sus energías celestes en la constelación de Cáncer únicamente. Este es nuestro primer indicador del poder singular de este mes. Sabemos que el alfabeto hebreo es deliberado y que las letras de cada palabra revelan la inteligencia interna y el potencial de esa palabra. En hebreo, la palabra para Cáncer es Tamuz. Las últimas dos letras que componen la palabra Tamuz son Vav y Zayin, las cuales crearon los meses previos de Tauro y Géminis respectivamente. El secreto que aquí se insinúa es que el mes de Cáncer es la vasija de los dos meses previos, e incluso de los siete meses anteriores. Al igual que en un plato, la recompensa del año descansa en el mes de Cáncer, a la espera de ser disfrutada como una suculenta comida. Y aquellos de ustedes que tengan a algún canceriano en su vida saben muy bien que la comida es uno de sus temas favoritos. Pero a lo que me refiero aquí principalmente es a nuestro alimento espiritual. Este mes nos ofrece una recompensa de energía positiva que hemos ganado en los meses anteriores. Quizá ahora entendamos por qué la fuerza completa de la Luna deposita sobre nosotros toda su influencia. Sin embargo, si queremos que la elegante mariposa se pose en nuestra mano, no podemos alcanzarla con el puño cerrado. Nuestro secreto para formar parte de las recompensas disponibles en este mes es tener la mano abierta. Una mano abierta nos libera para que compartamos con otras personas, y para que tomemos las manos de quienes necesitan ayuda. Así, nuestra abundancia y belleza puede posarse exactamente donde pertenece.
Debido a su única cantidad de poder, el mes de Cáncer es conocido como uno de los tres meses “negativos” del año. No debemos pensar en la palabra “negativo” en una forma tradicional. No hay juicio en el polo negativo de una bombilla. De hecho, sin el polo negativo, no puede haber luz en absoluto. Del mismo modo, sin estos meses no podemos esperar manifestar la Luz que nos hemos ganado en los últimos nueve meses. Les damos la bienvenida a este tiempo y a estos meses por lo que son: grandes oportunidades para recibir más y para poder convertirnos más en quienes somos auténticamente. Ya que cada día y mes son un regalo del Creador. En la historia, fue en este mes (el 17 del mes de Cáncer) que Moshé descendió del monte y nos dio el regalo de la Torá. Moshé trajo al mundo inmortalidad y plena libertad del caos; esta es la energía colosal y emocionante que está disponible ahora. ¿Pero qué ocurrió en el resto del relato? ¿Qué sucedió después de que Moshé descendiera del monte? El polo negativo de la bombilla aún no estaba consolidado y no era lo suficientemente fuerte para manejar la energía. Las personas estaban recibiendo con los puños cerrados. No podían recibir lo que se les estaba entregando. Pero cada año, se nos concede la oportunidad de corregir la historia y acoger lo bueno con las manos y el corazón abiertos. De esta forma, el mes de Cáncer puede ser un período de recibir la totalidad del año que ha transcurrido, y con ello, todas las bendiciones de salud, prosperidad, felicidad, amor verdadero y unión con lo Divino. Si tan sólo estamos dispuestos a abrir las manos un poco, sin miedo a compartir lo que tenemos, y soltamos un poco, nuestras bendiciones flotarán hacia nosotros.
Las personas del signo Cáncer son altamente intuitivas y sensibles. Ellos son la vasija del año y personifican las características del cuerpo celeste que los rige, la Luna. Lo reciben todo, por decirlo de alguna manera, y debido a esto, observan con detenimiento cada movimiento o gesto, buscando incansablemente indicios de cambio o problemas en su entorno. Esta sensibilidad por sí mismos y por el mundo que les rodea puede crear la necesidad de refugio.
Los cancerianos suelen ser hogareños como un remedio ante la cantidad de emociones que reciben diariamente. El hogar para una persona de este signo es la forma en la que pueden sobrevivir a su aparente infinita “política de puertas abiertas” al mundo. Como resultado, el canceriano cree que no tiene otra opción más que detener el flujo de energía y crear una desconexión de él. Esto nos lleva a la mascota de este mes, el cangrejo. La característica más resaltante del cangrejo es que camina de lado. Caminar de lado no es fluir, sino más bien es un método de traslado de “detenerse e iniciar de nuevo”. Esta forma deliberada de desacelerar el proceso es a menudo la única manera que tienen los cancerianos de lidiar con la arremetida de energía que reciben, no sólo durante treinta días del año, sino cada día de sus vidas. No obstante, cerrarnos a la energía no es una solución a largo plazo. Es durante este mes que la necesidad de compartir con nuestro prójimo y mostrarle amor y dignidad humana se hace más esencial que en cualquier otro mes. Crear ese espacio para albergar esta energía es de suma importancia si deseamos hacer de este mes un tiempo de bendiciones y positividad, en lugar de cualquier cosa conectada con el potencial opuesto del mes de Cáncer.
Que todos podamos estar dispuestos a abrir nuestra mente, nuestro corazón y nuestras manos.
Que todos podamos finalmente, usando la sensibilidad contenida en este mes, hacer el esfuerzo por ocuparnos de verdad por nuestro prójimo y por las personas que encontramos diariamente. La sensibilidad de este mes no está destinada a ser una trampa que nos haga volver a nuestro caparazón, sino más bien a ser la solución que nos dio el Creador para comprender mejor las necesidades y los deseos de los demás. De esta forma podemos convertirnos en los canales necesarios para emanar Luz a aquellos a nuestro alrededor y al mundo entero.
Deseo para ti, querido lector, y para cada alma en la Tierra toda la alegría que sé que este mes puede traer. Que el júbilo de ese momento especial de la vida, en el que una elegante mariposa llega a posarse en tus manos, esté contigo.