La porción Yitró es importante porque en ella ocurre la Revelación del Sinaí, los llamados Diez Enunciados, el momento en el que se reveló Bilá HaMávet LaNétsaj, la eliminación del dolor, el sufrimiento y la muerte de este mundo. Por lo tanto, en Shabat Yitró, el momento de la revelación de la Luz de Bilá HaMávet LaNétsaj, hay un concepto sobre el que he estado pensando. Somos conscientes, por supuesto, del poder del Zóhar y de la importancia de estudiarlo, pero ¿realmente estamos activando cada vez más pasión por el poder del Zóhar y una conexión con él?
"Estamos encendiendo una pasión mayor por el Zóhar?"
Hay una sección escrita por el Ramjal, el gran Kabbalista Rav Moshé Jayim Luzzatto, que habla de la importancia del estudio y, aún más enfáticamente, cuando se relaciona con la Luz del Zóhar. Él nos dice que dentro de toda la gran Luz y regalos que el Creador nos ha dado, hay uno que es más grande que el resto. Es el regalo más elevado, poderoso e importante que el Creador le ha dado a la humanidad. Nos dice que lo que se entregó en el Sinaí, las fuerzas reveladas dentro de la Luz del Zóhar son el regalo más grande que el Creador le ha dado a este mundo. El Creador adhirió la Luz más elevada a las palabras que están dentro del Zóhar.
Hay un regalo, un lugar en el que el Creador anexó Su Luz más elevada, una Luz más elevada que el resto de todo lo creado en este mundo, y que está dentro de la Luz del estudio del Zóhar. Así pues, necesitamos visualizar esto y, cada vez antes de abrir el Zóhar, verdaderamente usar nuestra conciencia sobre lo que el Creador ha hecho. Tenemos que entender que el Creador ha adherido cada letra y palabra a la Luz más elevada e importante que tiene para darnos. Ya sea que hagamos recorrido visual, lectura, estudio o pronunciación de sus palabras, tenemos que ver la gran Luz que está adherida a cada una de estas letras y palabras.
Si nos fijamos en cada letra y palabra, todas tienen Luz. Pero funciona como una pirámide invertida de Luz. El Ramjal dice que mientras más ahondemos para entender, atraemos más de esa Luz hacia nosotros. Sí, al hacer recorrido visual nos conectamos con un nivel, al leer nos conectamos con otro, y al entender nos conectamos con un nivel mayor. Y si bien es cierto que cada una de estas letras y palabras tienen gran Luz adheridas a ellas, aún hay una Luz cada vez mayor. Entonces, la conexión simple es un nivel, la conexión profunda es otro y el mayor entendimiento es otro nivel más.
Por eso, la mayor Luz que el Creador ha adherido a estas palabras depende de cuánto de nuestro esfuerzo, conciencia y entendimiento invertimos en ellas. Este regalo, esta infusión de Luz que el Creador ha puesto en este mundo, tiene muchas posibilidades de conexión y Luz. Los niveles de Luz dependen del nivel de inversión de esfuerzo que se ponga en el deseo de entender. No obstante, el Ramjal explica que tenemos que saber que incluso en los niveles más bajos, todo estudio atrae gran Luz. Claro está que mientras más se invierta en esfuerzo, tiempo, conciencia y entendimiento, se revela más la Luz adherida a las palabras; la garantía es que cualquier tipo de conexión con la Luz del Zóhar atraerá este, el mayor de los regalos.
Entonces, si bien cada aspecto del estudio atraerá gran Luz, invertir más esfuerzo en el estudio nos permitirá alcanzar un nivel creciente de conexión. Lo que es importante entender, y la razón de la importancia de la conciencia, es que las palabras del Zóhar en su forma física no son tan especiales. Aunque el entendimiento literal de los grandes secretos que el Zóhar revela sea importante y especial, es de un nivel mucho más inferior en comparación con la Luz que el Creador adhirió a ellos.
Es importante entender que no se trata de lo que está allí, sino más bien de la decisión del Creador de adherir esas letras y palabras a una gran Luz. Rav Áshlag dice que el Creador decidió dar un regalo doble: adherir esta gran Luz a las palabras que también tienen secretos en ellas y nos despiertan ante la conexión espiritual. Pero el hecho de que el Zóhar tenga grandes secretos y sabiduría espiritual está completamente separado de la elección del Creador de adherir estas letras y palabras a una gran Luz.
Rav Áshlag explica que tenemos que tener claro que estas dos realidades del Zóhar son distintas: podemos leer sobre la gran Luz, la sabiduría y tener inspiración, entendimiento y secretos, pero esa sabiduría, entendimiento y demás existen independientemente de la elección del Creador de adherir las palabras a la gran Luz. Para explicar esto con un ejemplo, imaginemos que en una fiesta hay un globo atado a una silla. No hay conexión entre la silla y el globo, excepto que alguien decidió que con un hilo sería unido el globo a una silla. No hay nada que estipule previamente la necesidad de la unión de una silla y un globo, sólo los une el hecho de que alguien haya decidido unirlos.
Por lo tanto, el Ramjal dice que el verdadero poder de la Torá, y en específico, la mayor Luz de la Torá (la Luz del Zóhar), no son las palabras, enseñanzas ni secretos; es la elección que el Creador hizo de adherir estas letras y palabras a Su máxima Luz. Así pues, de no ser por esa decisión del Creador, sería como estudiar cualquier otro gran libro de sabiduría. Porque que hay muchos libros de sabiduría, pero ninguno tiene la decisión de la Luz del Creador de adherir Su máxima Luz a sus palabras. Eso es lo que hace al Zóhar tan poderoso. Sin embargo, si no tenemos esta conciencia, aprendemos sabiduría de un libro que nos conecta con poderosos secretos, pero ese no es el propósito del Zóhar… Tenemos que tener esta conciencia y claridad, porque otros libros de sabiduría no tienen el regalo inherente que consiste en la adhesión de cada palabra con la gran Luz por parte del Creador.
El Ramjal nos dice que lo que el Creador hizo con la Torá, y específicamente con el Zóhar, es adherir letras y palabras a una Luz divina, elevada y celestial. Entonces, según él, una persona que entiende esto, con la conciencia correcta, debería temblar cuando lee y se conecta con el Zóhar porque todo esto es lo que tenemos cuando leemos y estudiamos el Zóhar. Con cada letra y palabra atraemos la gran Luz que el Creador adhirió a ellas.
"La gran Luz unida a estas letras y palabras también será atraída hacia nosotros, y la gran Luz del Creador que es interna a todos nosotros se hará más y más grande, y la corrección y la Luz pueden ser atraídas hacia el mundo entero."
Ya que es un libro tan poderoso y lleno de luz, si abrimos el Zóhar y sólo hacemos una conexión, obtendremos algo de Luz. Pero la oportunidad verdadera es tomarnos un momento antes de abrir el Zóhar para recordar esta conciencia: el Creador decidió adherir la Luz más elevada y poderosa a estas letras y palabras con las que estoy por conectarme, por eso, mientras leo, estudio, recorro visualmente y me conecto con ellas, mi conciencia es usarlas para atraer la gran Luz que el Creador adhirió a ellas. El Ramjal dice que, si lo hacemos, también atraeremos la gran Luz adherida a estas letras y palabras, haremos cada vez más poderosa la gran Luz del Creador que está en nuestro interior y podremos atraer corrección y Luz para el mundo entero. Sin embargo, si no tenemos esta conciencia, la gran Luz no puede ser atraída por nosotros, más bien será simplemente otra forma de estudio que alguien hace.
Shabat Yitró es el momento en el que fue revelada la Torá literal en el Sinaí, pero más importante aún, cuando fue revelada el alma, la gran Luz de la Torá (que es la Luz del Zóhar). Por consiguiente, lo que debemos pedir en este Shabat, aplicando este entendimiento, es obtener la conciencia para reactivar constantemente en nosotros el poder que tenemos de revelar, a través de la conexión con el Zóhar, la mayor Luz del Creador que está disponible.