Al avanzar juntos durante los 28 días del mes de Elul (Virgo), conectaremos con la belleza, la fortaleza y el poder que reside dentro de cada uno de nosotros.
El mes de Elul nos da la más grande ventana cósmica de oportunidad del año para embarcarnos en un viaje de autoexamen en un esfuerzo que nos lleve de regreso al “nivel semilla” de nuestra alma, o estado virgen de existencia. Este es el mes del año en el que el Sol está más cerca de la Tierra y, espiritualmente, es el tiempo en el que estamos más cerca de la Luz del Creador.
Las letras hebreas que forman la palabra Elul (Álef, Lámed, Vav y Lámed) son un acrónimo de la frase del Rey Salomón en Cantar de los Cantares: Aní ledodí vedodí li, que significa “Yo soy para mi amado y mi amado es para mí ”, una frase que describe de manera hermosa nuestra proximidad a la Luz en este período.
En esta época del año recibimos el poder para dejar de lado nuestras creencias, emociones y comportamientos que ya no nos sirven, y para entender que sin importar qué bloqueos nos hacen vivir la ilusión de estar separados de la Luz, siempre hay un retorno.
Al usar la Luz espiritual que está disponible exclusivamente durante esta ventana cósmica para ver cuáles son esos bloqueos, podemos utilizar el método kabbalístico de Teshuvá para eliminarlos. Al hacerlo, llegaremos a la profunda conclusión de que somos, siempre hemos sido y siempre seremos uno con Dios.
En el Zóhar dice que al principio de Elul estamos ajor el ajor, es decir “espalda con espalda” con el Creador, y para el final del mes de Elul estamos panim el panim, es decir “cara a cara”.
¿Qué significa estar “espalda con espalda”? Esta postura representa cualquier situación en la que vivimos la ilusión de la separación de la Luz. Es la situación en la que pasamos por miedo, caos, confusión, ira, odio y muchos otros tipos de emociones negativas. Es la situación en la que nos aferramos a creencias que nos impiden darnos cuenta de nuestra naturaleza Divina y nuestra interconexión con todos los seres. Cualquiera que sea la raíz de este ocultamiento y donde quiera que esté, el resultado es que le estamos dando la espalda a la Luz del Creador y, en consecuencia, a las demás personas. Nos concentramos en nosotros, no encerramos en el “yo”.
En este estado, cuando alguien nos ofende, nos es es muy fácil excluir a esa persona, ser duros con ella o no aceptarla más. El momento en el que alguien hace o dice algo que va contra de la manera en la que pensamos o sentimos, se nos hace sencillo cortar los lazos, quedarnos firmes en la posición “espalda con espalda”.
Pero el Creador es diferente, y este mes de Elul es una prueba del hecho de que sin importar nada, siempre hay una puerta de aceptación abierta para que regresemos a nuestra Esencia Divina. Por esta razón, me gustaría invitarlos a una experiencia gratuita de 28 días llamada “El viaje al principio de la eternidad”, en la que seremos guiados por un proceso para encontrar, enfrentar y liberar todo lo que nos mantiene alejados.
En cada día de este viaje recibirán un mensaje diario y videos diseñados para ayudarles a purificar y eliminar viejos patrones, abrir su corazón y regresar a la Luz que todos tenemos en nuestro interior.
En la primera semana de esta experiencia de 28 días, aprenderemos el significado kabbalístico de Teshuvá (arrepentimiento), algo que cambiará por completo lo que pensábamos sobre el arrepentimiento y nos hará concentrarnos en cómo asumir toda la responsabilidad de lo que vivimos.
En la segunda y tercera semana trataremos sistemáticamente ocho temas comunes que todos enfrentamos, por ejemplo, la conciencia de víctima, la carencia, la culpa y la incapacidad para perdonarnos y perdonar a los demás. Al identificar y entender estos temas en nuestra mente, podremos liberar la energía retenida asociada a ellos de los siete grandes centros de energía de nuestro cuerpo, y luego trabajar en su sanación al nivel del alma a través del proceso de Teshuvá. Este proceso combina Los 72 Nombres de Dios, una serie ejercicios de mente y cuerpo, y meditaciones kabbalísticas, en una experiencia integral de cuerpo, mente y alma.
En la cuarta semana estaremos listos para recibir las herramientas, la información y la inspiración para identificar nuestra chispa de Luz especial, esa Energía Divina que está en nuestro interior y que podemos revelar para el año entrante.
Al hacer este trabajo, nos daremos cuenta de que la verdad es que sin importar lo que ocurra, la Luz del Creador siempre está abierta y lista para recibirnos. Cuando nos volvemos hacia la Luz, no sólo podemos estar “cara a cara”, sino que también podemos reconocer y percibir la Luz Divina que nos conecta con todos.