Este artículo fue publicado originalmente en 2018.
Cien kilómetros bajo el suelo, sobreviviendo a alta presión y temperatura, y soportando cosas inimaginables, los átomos de carbono se enlazan de manera única creando lo que llamamos diamantes. Los diamantes son el tesoro más hermoso y más buscado del mundo. Después de pasar por lo que parece ser un proceso que destruiría casi cualquier cosa, el diamante emerge. Desafiando todo pronóstico, nace y existe a pesar de la adversidad. El resultado es una gema brillante y la sustancia natural más dura del mundo. Lo único que puede rayar un diamante es otro diamante. La fuerza del diamante, su lustre y su creación única son su belleza. Sobrevive a tantas cosas y, aun así, logra surgir más fuerte y mejor que antes. La naturaleza siempre nos muestra los secretos de la vida. El diamante nos enseña que a través de los desafíos y las dificultades podemos volvernos resilientes, radiantes e incluso resistentes a ralladuras. Para poder desarrollar nuestra alma, nosotros también debemos pasar por ciertos desafíos. Nuestras experiencias de vida nos sirven para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos y nos ayudan a completar el propósito de nuestra alma. Venimos a este mundo para vivir las presiones y las temperaturas intensas de la vida, pero lo que quizá olvidamos en estos momentos difíciles es que hay una razón para que estas situaciones se presenten. Esta semana, con la ayuda del cosmos, podemos comenzar a ver la Luz brillar en toda situación, experiencia y persona. Sin importar la temperatura o la presión que podamos sentir, todo lo que vivimos es por un bien y por nuestro beneficio. Ya que todos somos diamantes en bruto.
“Todos somos diamantes en bruto”.
Vayeshev es nuestra brújula espiritual de esta semana. Vayeshev es la novena porción de la Biblia y cuenta la historia de Yosef, uno de los doce hijos de Yaakov. Yosef era despreciado por sus hermanos. Para ellos, Yosef parecía ser el favorito de su padre. Yosef se puso el famoso abrigo de colores que su padre le había regalado, mientras tanto, sus hermanos sentían más envidia de él. Yosef incluso soñó con el día en el que su familia se arrodillaría ante él. La envidia pronto se convirtió en odio y sus hermanos planearon asesinarlo. Lo capturaron, pero luego decidieron más bien venderlo como esclavo en Egipto. ¿Qué nos intenta enseñar la Biblia aquí? ¿Qué bien puede traer traicionar a alguien de nuestra familia? La historia continúa con la venta de Yosef a un oficial egipcio de alto rango. Pero la Biblia nos dice que en todo lugar en el que se encontraba Yosef, el Creador estaba con él y lo hacía prosperar. Como resultado, el hogar del oficial también prosperó. Posteriormente, Yosef fue promovido a jefe del hogar del oficial y se le confiaron todos sus asuntos. Yosef era un canal puro para toda la Luz del Creador y, debido a eso, todo en lo que estaba involucrado era bendecido por el Creador. Después de esta encrucijada en la historia, leemos que la esposa del oficial hizo acusaciones contra Yosef e hizo que lo encarcelaran. Yosef era un joven inocente, fue traicionado por su familia, lo vendieron como esclavo y luego lo encarcelaron por un crimen que no había cometido. La temperatura y la presión de la vida estaban sobre Yosef, pero lo que vemos es que un único y precioso diamante estaba siendo creado. Cada experiencia lleva a Yosef al propósito de su vida. Yosef mantuvo la conciencia de que lo que vivía era siempre por un bien, y que la Luz estaba con él. Debido a esto, ¡Yosef sobresalió incluso en la cárcel y se convirtió en el responsable de los prisioneros! La Biblia nos enseña que el Creador estuvo presente en cada paso del proceso de Yosef, desde la traición de sus hermanos, ser vendido como esclavo, hasta su encarcelamiento.
“¿Cuán a menudo sentimos que todo lo que pasa es por nuestro propio bien?”.
A menudo en la vida somos incapaces de ver el panorama completo y lo que el futuro nos depara. En el caso de Yosef, luego saldría de prisión y se convertiría en el segundo oficial más destacado en todo Egipto. Toda la prosperidad de Egipto fluiría a través de él y estaría bajo su control. Si no hubiese sido vendido como esclavo, no habría llegado a esa posición que más tarde le permitiría salvar a su familia, con lo cual desencadenó un proceso más grande para las generaciones futuras. ¿Cuán a menudo olvidamos la conciencia de Yosef y nos quejamos de nuestra vida? ¿Cuán a menudo sentimos que el Creador está con nosotros y que todo lo que pasa es por nuestro propio bien? Si esto es así, ¿de verdad necesitamos preocuparnos o enojarnos? ¿Necesitamos ser envidiosos o llenarnos de odio? La historia de Vayeshev nos enseña que el Creador en efecto trabaja de maneras misteriosas y que nuestra percepción de Su plan maestro es limitada. Aprendemos que en lo profundo de cualquier situación siempre hay una bendición. Aprendemos que la positividad es creada a partir de la negatividad. Nos regocijamos en saber que al final todo resultará de la mejor manera posible. El Creador es una fuente de positividad y, en consecuencia, toda Su creación es buena. Solo necesitamos estar abiertos a confiar en que hay un proceso. El amor del Creador está en toda experiencia que enfrentamos. Del mismo modo, dentro de cada uno también está la Luz del Creador. Si sabemos que la Luz del Creador está en todos, ¿podemos llegar a ser envidiosos? ¿Nos permitimos ver a todos como enemigos? ¿Somos capaces de rechazar a alguien que necesita ayuda? Entender que la Luz forma parte de todo lo que vivimos puede liberarnos genuinamente. Nos liberamos del miedo. Tenemos la libertad para aceptar a todos y toda situación con un corazón abierto y amoroso.
Para nuestra meditación de la semana, viajemos a lo profundo de nuestra conciencia. Al igual que los diamantes que están 100 kilómetros bajo tierra, la sabiduría de saber la perfección de tu vida está enterrada en lo profundo de ti. Ve más allá de los límites de tus miedos y de la oscuridad de lo desconocido. Viaja a lo profundo de la parte más auténtica de tu ser. En tu interior está la sabiduría y la confianza en el plan del Creador. La confianza y la certeza brillan como diamantes de las profundidades. Sabes en lo profundo que el Creador te envió a este mundo para que mejoraras tu espíritu y para que avanzaras en el camino de una conciencia positiva. Confías en que sin importar la situación que tengas por delante, sin importar lo dolorosa que pueda ser, existe un bien mayor. La Luz está allí contigo en cada paso del camino como lo estuvo con Yosef. Todas las personas que conoces forman parte de este bien mayor. Tu vida centellea y brilla porque sabes que todo ocurre por tu bien. Eres un diamante en bruto. Los errores no existen. Solo la Luz dentro de ti, dentro de todos y en toda situación.