Bienvenidos al nuevo mes de Capricornio. Comenzamos esta Luna Nueva con el extraordinario poder de Janucá, la festividad de los milagros. Esta es la base de la energía disponible durante los próximos treinta días. Los primeros dos días de Capricornio son siempre los dos últimos de Janucá. En estos últimos dos días es revelada la culminación de la festividad y Capricornio recibe el mérito de ser el canal para esta energía. El mes anterior y Capricornio están profundamente interconectados. Sin embargo, solo durante este mes de Capricornio se revela la parte más brillante de Janucá. Debido a esto, Capricornio es conocido por ser el mes de nuestro máximo potencial espiritual. Este mes oculta dentro de sí una reserva de energía inigualable que ningún otro mes posee. Las cualidades únicas de Capricornio existen principalmente debido a la inmensa Luz generada en los primeros dos días. La presencia de esta Luz hizo que Capricornio desarrollara su duro caparazón externo. Del mismo modo en el que nuestro extraordinario cerebro está contenido dentro de un duro cráneo, la Luz de este mes está contenida dentro del mundo material. Más que en cualquier otro mes, nos enfrentamos al gran obstáculo de la materia. Pero al igual que dentro de nuestro cráneo está la máquina más compleja y brillante, dentro del mes de Capricornio está el mayor potencial espiritual. En ningún otro mes podemos alcanzar este nivel espiritual. Hay una gran Luz oculta en este momento, y podremos revelarla con un corazón abierto y amoroso.
"Hay una gran Luz oculta en este momento."
Debido a este caparazón material que se ha formado alrededor de la energía de este mes, Capricornio es considerado como un signo de tierra. Las personas nacidas bajo este signo están profundamente involucradas en el mundo físico y le han permitido que domine la mayor parte de su conciencia. Los capricornianos son personas a las que les gusta lo mejor de la vida y tienden a buscar cosas materiales. Sin embargo, los capricornianos son más que simplemente grandes empresarios. Aunque en el exterior puedan proyectar el frío mundo físico, por dentro llevan una cálida y enorme Luz que espera ser descubierta y tener la oportunidad de brillar. Al igual que los diamantes enterrados en lo profundo de una cueva, los capricornianos tienen el elemento interno de agua. Gracias a eso son el signo más sensible del Zodíaco y sienten a los demás en un nivel superior. A menudo pueden ser clarividentes. Su Luz interna es toda la inmensa Luz de Janucá que ha sido ocultada y apartada por las puertas de la fisicalidad. Si su potencial y Luz interna nunca es expresada, un capricornio podría pasar toda su vida sumido en el mundo material. Por preocuparse por la piel de la fruta quizá nunca prueben la fruta en sí. El dilema que enfrenta un capricornio representa a toda la humanidad.
Cada uno de nosotros tiene la chispa del Creador en su interior que puede ser olvidada a causa de la arremetida de las necesidades del cuerpo. Estudios han demostrado que cuando la gente está necesitada no es capaz de expresar naturalmente su Deseo de Compartir innato ni ser generosa. Nuestra Luz interior puede ser olvidada si el mundo exterior nos domina. Al igual que un velo puesto sobre una lámpara, en este mes, si somos capaces de ir más allá de lo que podemos ver con los ojos, lograremos conectarnos con la Luz del Creador que llevamos por dentro y con todas las bendiciones que esa conexión crea.
"Nuestro corazón puede salir triunfante."
El mes de Capricornio es una plataforma que nos permite alcanzar el nivel más alto de espiritualidad. Sin embargo, a menudo tendemos a enfocarnos únicamente en el caparazón que rodea nuestra Luz. Nos centramos en el cuerpo y olvidamos el alma. Pasamos nuestra vida en búsqueda de solo riqueza física y beneficios materiales. Perseguimos y enfocamos nuestra atención en la parte menos significativa de nuestra esencia mientras perdemos la mejor parte de nosotros: el Creador interior. Somos distraídos por lo físico y abandonamos lo espiritual.
Pero si queremos alcanzar nuestro máximo potencial espiritual, nuestros esfuerzos deben ser dirigidos hacia el interior y no al exterior. Ya que dentro de nosotros está el Creador y, a fin de cuentas, nuestro mayor logro. Si conseguimos alejarnos del caparazón físico y más bien nos concentramos en la Luz interior, podremos acceder a todos los milagros y las maravillas que estamos destinados a recibir. Cuando usamos nuestra ética de trabajo en nuestra búsqueda espiritual, nuestra conexión con el Creador no tiene límites. El Creador está dentro de nosotros y con Él está el poder de la mente sobre la materia, el poder de la inmortalidad y, más importante aún, el poder del amor. Si estamos dispuestos a transformar nuestra búsqueda de fama y fortuna en la búsqueda por conocer al Creador y amar al prójimo como a nosotros mismos, de verdad nuestras capacidades no tienen fin. Ya que el amor y la generosidad por los demás es la clave para despertar al Creador que llevamos por dentro y atraer bendiciones ilimitadas a nuestra vida.
Cuando nuestra alma viaja a este mundo, queda atrapada en los límites del cuerpo humano. A partir de allí debemos vivir con sus distracciones y necesidades insaciables. Pero nuestro corazón puede salir triunfante. Podemos despertar a nuestro Creador interior y permitir que la dignidad humana y el cuidado por los demás sea algo común en nuestra vida. En lugar de una vida invertida en buscar satisfacer solo nuestros propios deseos, podemos apartarnos de eso y comenzar a recorrer un camino espiritual. Podemos seguir al Creador como en algún momento seguimos el éxito financiero y material. Esa es la clave de este mes. El verdadero despertar espiritual ocurre cuando nos damos cuenta de que hay más para nosotros en el interior que en el exterior. Comenzamos a ver que obtenemos los más grandes beneficios cuando despertamos amor y cuidado por los demás. Dentro de nosotros tenemos al Creador, pero siempre tendremos la opción de honrar o no esa parte de nosotros. Si lo hacemos, si elegimos comenzar a activar nuestro Amor Divino interior, no tendremos límites cuando se trata de los niveles a los que podemos llegar en esta vida.