Este artículo fue publicado originalmente en 2017.
“Es la época más maravillosa del año…”
Bienvenidos a la que es verdaderamente una de lás épocas más positivas del año. No es coincidencia que se hayan escrito canciones que celebran lo bueno que es estar bajo la influencia del cuerpo celeste de Júpiter y la constelación conocida como Sagitario.
Júpiter rige este mes y nos provee sus abundantes regalos. Se dice que si Júpiter fuese más grande, sería su propio sol en otro sistema solar. Del mismo modo en el que una vela ilumina una habitación oscura, la inmensa energía positiva de Júpiter ilumina nuestra vida durante estas largas noches del solsticio de invierno.
El mes de Sagitario es el tercer mes del calendario kabbalístico desde Rosh Hashaná. Hay un secreto en esto. Mientras que el primer mes, Libra, es considerado como la Columna Derecha y el segundo mes, Escorpio, como la Izquierda, Sagitario se sitúa brillantemente en la Columna Central. Sabemos que en el centro hay equilibrio, y donde hay equilibrio, hay prosperidad, expansión, bienaventuranza y vida.
En hebreo, Sagitario es llamado Kislev. Kislev deriva de la palabra késhet, la cual significa arco o arcoíris. Un arcoíris está compuesto principalmente por tres colores predominantes. ¿Qué nos dice todo esto? Nos dice que el mes de Sagitario es el secreto del sistema de las Tres Columnas y el gran poder de la Restricción. La Tierra brilla en el espacio porque no toma la luz, sino que la refleja; eso se llama Restricción. Nosotros también podemos brillar en este mes al ser capaces de conectarnos más con la tercera columna, la cual nos da el entendimiento de que, a la larga, es más satisfactorio dar que recibir.
Si alguna vez has conocido un sagitario, sabes que enfrentarán todo desafío y estarán listos para luchar y ganar cualquier batalla. Nosotros también recibimos esa habilidad durante este mes, pero ¿qué batalla decidimos luchar? ¿Cuál es nuestra verdadera causa?
Cuando vemos en nuestro interior, encontramos la oportunidad para luchar contra nuestro propio egoísmo y apatía. Y es una batalla que podemos ganar en este mes. Es la calidez de la sonrisa que no quieres mostrar, pero que de todos modos lo haces. Es la palabra amable que normalmente no tendrías tiempo de decir, pero haces tiempo para detenerte y decirla. Es el amigo que necesita ayuda y la fortaleza necesaria para dejar nuestro mundo y viajar al de otro para ayudar a alguien que lo necesita.
Este cambio en nuestro interior crea cambios externos, y estos cambios externos son llamados milagros. Al final de este mes se encuentran las grandes luminarias de la festividad llamada Janucá. Situada en lo oscuro del invierno, Janucá es un tiempo en el que se nos pide encender velas y regocijarnos con ellas; nada más. Los milagros están más disponibles durante este mes que en cualquier otro momento del año porque podemos conectarnos con la Luz que los creó inicialmente. Nuestra única tarea es abrir nuestro corazón y amar a los demás más que nunca.
Este mes, podemos convertirnos en estrellas en el cielo y velas en la noche. Podemos ofrecer gran Luz a los demás, a nosotros y, por ende, al mundo. Ya que cuando encendemos la Janukiyá, la dirigimos hacia la puerta del hogar para hacer justamente eso: enviar la Luz y regocijarnos en todo lo bueno. Con esta acción, expulsamos cualquier problema o batalla que tengamos por delante.
Los sagitario son personas a las que les encanta viajar por el mundo y que puede que esperen más tiempo para asentarse y encontrar el amor, pero si cambiamos ligeramente esa energía, podemos viajar por nuestro mundo interior en lugar del mundo exterior. Podemos amar ahora en lugar de hacerlo después. Podemos encontrar dentro de nosotros el poder para crear el mundo que solo creíamos posible en sueños. Encontramos en nuestro interior un universo más grande que el universo exterior. Dentro de nosotros están todas las respuestas que buscamos; dentro de nosotros encontamos la capacidad para amar más que nunca.
Deseo que recibas toda la Luz que este mes puede ofrecer y todas las bendiciones y milagros que el Creador tiene preparados para ti. En efecto, es la época más maravillosa del año.
