Las palabras ajaréi mot significan “después de la muerte”, y están incluidas en el primer párrafo de la porción del Zóhar Ajaréi Mot: “Y el Eterno habló a Moshé después de la muerte (ajaréi mot) de los dos hijos de Aharón…”. Se nos dice que las almas de los hijos de Aharón, Nadav y Avihú, estaban en un nivel tan elevado que equivalían al alma colectiva de toda la nación de Israel.
"El Zóhar nos ayuda a aprender a separarnos del universo imperfecto en el que vivimos."
El comienzo de esta porción del Zóhar continúa con una sección extraña que hace referencia a Yom Kipur. Entendemos gracias al Zóhar que Yom Kipur no es una festividad religiosa, sino más bien una tecnología; así como cuando hablamos de la Biblia también estamos hablando de una tecnología.
Las cosas avanzan con mucha rapidez en nuestra época, tanto positivamente como negativamente. El Zóhar nos da el entendimiento de que la Biblia es una herramienta que podemos usar para protegernos, y nos da la posibilidad de eliminar la negatividad tanto personal como la que existe en el universo. El Zóhar nos ayuda a aprender a separarnos del universo imperfecto en el que vivimos.
Entonces, ¿por qué aprendemos sobre Yom Kipur en esta porción del Zóhar? Porque Yom Kipur trata sobre el Universo Perfecto. El Zóhar enseña que cualquiera que tenga la vasija para abarcar todos los niveles de conciencia puede capturar una energía inimaginable cuando se conecta con esta sección del Zóhar sobre Yom Kipur. Esta sección contiene los secretos de cómo podemos asumir el control de este universo y lograr proactivamente que las cosas ocurran. Podemos crear nuestro lecho de rosas o no; todo depende de nuestra conciencia.
"Cuando sentimos el dolor de los demás, no hay nada en esta realidad física que pueda amenazarnos."
El universo no hace las cosas por sí solo. La actividad negativa es producida por la conciencia negativa. Aquí, el Zóhar nos enseña que cuando podemos sentir el dolor de los demás —incluso personas de hace 3400 años, como Nadav y Avihú— no es para que seamos mejores personas gracias a ello, sino que debería ser porque cuando sentimos el dolor de los demás, no hay nada en esta realidad física que pueda amenazarnos. El Zóhar nos enseña en la porción de Ajaréi Mot que al sentir el dolor de los demás podemos controlar las fuerzas de la naturaleza física.