Hoy es la festividad kabbalística conocida como Tu BeAv, el día de las almas gemelas y un día que contiene el poder del balance y la unidad. Este día, uno de los días más positivos del año, cae en la luna llena de Leo, el mes que es controlado por el sol. Debido a esto, este día expresa el balance cósmico entre dos fuerzas opuestas: la fuerza masculina, representada por el sol (Leo), y la fuerza femenina, representada por la luna (la luna llena). Esta unificación crea una energía de armonía y amor que necesitamos si vamos a cambiarnos a nosotros mismos y al mundo.
El órgano que corresponde al signo de Leo es el corazón. Con todas las cosas negativas que están ocurriendo actualmente en el mundo, está claro que este es el momento en el que necesitamos expandir nuestros corazones. Debemos ser capaces de abrirnos a compartir las emociones de los demás e incluso sentir su dolor.
Ahora puede que nos preguntemos: Con tanto odio en el mundo, ¿mis esfuerzos marcarán la diferencia? La respuesta es sí, absolutamente. Cada uno de nosotros tiene una esfera de influencia que incluye a nuestros amigos, nuestra familia, los amigos de nuestros amigos, la familia de nuestros amigos, sus amigos, y así sucesivamente. Nuestra conciencia toca y afecta a todos en nuestro mundo, y a su vez, su conciencia toca y afecta a todos en su mundo. Por ello, cada pedacito de conciencia positiva que podamos desarrollar dentro de nosotros mismos sí hace una diferencia, de la misma forma en la que una piedra lanzada en agua tranquila crea ondas en constante expansión.
Y mientras nos conectamos con la energía positiva y la Luz que están disponibles hoy, recordemos que el mayor crecimiento que una persona puede experimentar en su vida es hacer cosas por otros. Debemos despertar este tipo de conciencia en nosotros mismos y luego transmitirla al resto del mundo, especialmente a aquellos lugares azotados por el odio y la intolerancia. Sin duda, todo lo que vemos o escuchamos sobre el día de hoy debería ayudarnos a darnos cuenta de que sin dignidad y respeto humano, ninguno de nosotros puede compartir y ser parte del amor del Creador.