Un nuevo inicio. ¿Cómo te sientes al leer esas tres palabras? ¿En qué te hace pensar? En una página en blanco, quizá. Una oportunidad de hacer las cosas de forma diferente. Una nueva y mejorada versión de nosotros mismos, nuestra vida y, tal vez, el mundo. Esa es precisamente la posibilidad que esta semana nos otorga. Este período de siete días es un viaje inusual, uno en el que el universo nos dará amplia oportunidad para considerar y reconsiderar cómo queremos que nuestra vida sea diferente y, quizá aún más importante, cómo nos gustaría ser diferentes nosotros.
"Considerar y re- considerar cómo queremos que nuestra vida sea diferente".
La porción de esta semana, Masei, habla de los viajes de los israelitas en el desierto, de un lado a otro, durante casi toda la lectura. Estas son ciudades que ni siquiera existen ya, por lo tanto, a nivel superficial, la historia no parece tener mucho sentido. Esto plantea la pregunta: ¿cómo se relaciona esto con nuestra vida?
Pero si contamos las veces que viajaron de ciudad en ciudad, nos daremos cuenta de que hay 42 paradas mencionadas en Masei. Como estudiantes de Kabbalah, muchos de nosotros entendemos que el número 42 representa el Aná Bejóaj. Esta es una conexión muy poderosa porque los kabbalistas nos dicen que el mundo fue creado con estos 42 instrumentos místicos y que estas letras controlan toda la Creación. Para ti y para mí, eso significa que esta semana hay una energía impregnando el cosmos que nos da la capacidad de regresar al inicio, el nivel de la semilla de nuestra propia creación, para restaurarnos y empezar de nuevo.
Obviamente, este es un tiempo dichoso que debemos aprovechar. Tal y como un cantante no se presentaría en un concierto frente a un millón de personas sin haber ensayado, no nos conviene entrar en esta semana sin preparación. Nosotros también necesitamos ensayar para un nuevo inicio.
"Este un período de tiempo en el que una sola acción positiva puede ser mucho más poderosa".
No es una coincidencia que esta semana sea el inicio, el nivel de la semilla del mes de Leo, conocido por ser uno de los meses más intensos del año, tal y como lo son las personas nacidas bajo la influencia de este signo (si conoces a algún leo, sabes a qué me refiero; Rav Berg era leo); tampoco es una coincidencia que esta lectura se desarrolle durante las tres semana conocidas como Bein Hametsarim, un período de tiempo en el que una sola acción positiva puede ser mucho más poderosa que en cualquier otro momento del año.
Esta semana, les pido a todos nuestros estudiantes y a los miembros de nuestra comunidad espiritual global que intenten hacer una acción diaria que mejore la cosas. Quizá llamar diariamente a tus seres queridos, ofrecerle el desayuno a una persona sin hogar o dar una pequeña donación (un poco ofrecido por muchos es bastante) para ayudar a alguien que lo necesita a través de tus redes sociales. Puede ser tan fácil como ayudar a la anciana de al lado a recibir su diario cada mañana, tomar unos minutos de cada día para meditar, ir al gimnasio para comenzar a mejorar tu salud o recorrer visualmente el Zóhar. Trata de hacer tan solo una cosa. Que sea algo que sepas que puedes hacer y comienza lo más pronto posible.
Si diariamente cada persona realiza una acción positiva para enriquecer su propia vida y la vida de los demás, podremos llegar fortalecidos al nuevo inicio y con mucha más energía positiva en el mundo para demostrarlo.