Este artículo fue publicado originalmente en 2020.
En la porción de Kóraj, los israelitas utilizaron un argumento bastante interesante para justificar su ira en contra de Moshé. Ellos dijeron: “Moshé, tú nos dijiste que nos llevarías a la tierra de la leche y la miel, y no lo estás haciendo”. Hubo muchas otras cosas que se les prometieron acerca de la tierra de Israel, pero ¿por qué escogieron esta acusación específicamente? ¿Cuál es el secreto de la leche y la miel?
Los kabbalistas enseñan que, entre todas las cosas que comemos o bebemos, la leche y la miel son únicas ya que provienen de una fuente que uno pensaría que no es positiva. La enseñanza general con respecto a esto nos dice que tenemos la capacidad de elevar las chispas de Luz de ciertos animales cuando los comemos. Sin embargo, las chispas dentro de algunos animales están tan ocultas que no podemos elevarlas y, como consecuencia, terminamos siendo halados hacia abajo si consumimos dichos animales. Es por ello que existen ciertos animales que comemos y otros que no. Los animales que comemos tienen aquellas chispas de Luz que podemos ingerir y elevar.
No consumimos las abejas porque no tienen las chispas de Luz que son puras o lo suficientemente elevadas como para que nosotros podamos ingerirlas; sin embargo, podemos consumir su miel. Los kabbalistas enseñan, y la ciencia concuerda, que la leche proviene de la sangre, es decir: los nutrientes necesarios para crear la leche provienen del suministro de sangre. Nosotros no podemos consumir sangre, pero podemos ingerir la leche. Así que, estos dos alimentos (la leche y la miel) son únicos ya que provienen de una fuente que en términos espirituales no es correcta para nuestro consumo. ¿Por qué, entonces, está bien que consumamos leche y miel? Y más importante que esto, ya que sabemos que todo aquello que pertenece a la naturaleza física tiene una fuente espiritual, ¿cuál es el secreto de estos dos alimentos?
Existe una sección en el Zóhar muy famosa (en la introducción después de que Rav Shimón bar Yojái deja este mundo) en la cual Rav Jiyá tiene el mérito de visitar a Rav Shimón bar Yojái y ver junto a él lo que llamamos Mashíaj, allí Rav Shimón y el alma de Mashíaj hacen un anuncio.
Ellos dicen que el individuo que puede comer algo amargo, pero que al hacerlo le sepa dulce, tiene la capacidad para transformar la oscuridad en Luz y sabe que hacer esto es el propósito de la vida, por ende esa persona estará conectada con la Luz de Mashíaj.
Aprendemos de esto que el propósito real de nuestro trabajo espiritual no es simplemente traer más Luz, sino convertirnos en personas que tengan la capacidad para transformar la oscuridad en Luz, probar lo que es amargo y saborearlo como algo dulce, como si fuese leche y miel. Este es realmente el trabajo durante el mes de Cáncer.
Cada uno de los doce meses posee una combinación del Tetragrámaton que es una indicación de la Luz que está disponible y el trabajo del mes. Cáncer es el único mes que literalmente tiene el Tetragrámaton al revés, Hei Vav Hei Yud. Los kabbalistas enseñan que esto indica juicio completo; completo porque tomas lo que se supone que es correcto (el flujo directo de la Luz del Creador), le das un vuelco y lo cambias por completo. Por lo tanto, el trabajo en el mes de Cáncer no es traer Luz, sino más bien cambiar la oscuridad por Luz, lo amargo por dulce. El trabajo es tomar el Hei Vav Hei Yud y transformarlo en Yud Hei Vav Hei.
Así que observémoslo desde una perspectiva práctica: ¿qué hacemos para transformar la oscuridad en Luz? Primero, el fuerte deseo físico que sintamos por cualquier cosa es un aspecto de lo que llamamos oscuridad, porque está intentando traer nuestra energía y nuestras chispas de Luz hacia abajo, hacia lo físico. Pero en la medida en que una persona pueda resistir y combatir esos deseos, en esa medida transformará la oscuridad en Luz. Durante este mes específicamente, debemos asegurarnos de no ser atraídos por nuestro deseo por lo físico.
Lo segundo es en efecto transformar las situaciones de oscuridad en Luz, tomar las situaciones que puedan parecer Hei Vav Hei Yud y transformarlas en Yud Hei Vav Hei. Hacemos esto durante los momentos en los que las cosas no salen como pensamos que deberían salir. Es allí cuando necesitamos no sólo aceptarlo, sino además estar alegres en el proceso, porque sabemos que esta es la forma como el Creador quiere que sea. Cada momento es exactamente como el Creador quiere que sea y por ello, cuando las cosas no están saliendo como pensamos que deberían ocurrir, las aceptamos con completa alegría recordando que provienen del Creador.
La leche y la miel son los dos indicadores y las dos fuentes espirituales que nos enseñan este concepto: tomar algo que no podemos elevar y convertirlo en miel y leche. Ese es el secreto de Mashíaj y también es el secreto para cualquiera de nosotros que realmente desee hacer el trabajo para generar un cambio en nuestro mundo y transformar la oscuridad en Luz. Nuestro trabajo no debería estar enfocado en traer Luz, especialmente durante el mes de Cáncer. En este mes, nuestro trabajo debería enfocarse en volvernos individuos que tengan el poder para transformar la oscuridad en Luz.