El mes de Tishrei comienza hoy. Esta vez no sólo es Rosh Jódesh sino Rosh Hashaná. Este mes es muy distinto a todos los demás. Para comenzar, no se realiza ninguno de los rituales de Rosh Jódesh. También es el único mes que tiene tantas festividades: 21 días de oración, celebración y conexión. ¿Cuál es el mensaje para nosotros en esto? ¿Qué tipo de base estamos construyendo?
Es interesante el hecho de que Rav Áshlag dice que es difícil entender lo Infinito con una mente finita. Él nos advierte de nuestro esfuerzo por crear imágenes con nuestra imaginación de lo que ocurre en los Mundos Superiores, ya que indudablemente pondremos limitaciones en lugar de entender. Sin embargo, dice que sin el conocimiento, sin el estudio de la amplitud de los Mundos Superiores y la dimensión espiritual, no podemos comenzar a tener temor reverencial por la grandeza del Creador y la maravilla de Su creación.
La tecnología nos ha dado, como sociedad, una experiencia que en pequeña medida simula aspectos de las muchas capas de la Creación. Ahora podemos comprender la fenomenal extensión y capacidad de los algoritmos que influyen en cada aspecto de nuestra vida como la conocemos. Idolatramos a quienes los crearon; hablamos de ellos, buscamos descubrir su próxima estrategia, queremos saber qué piensan y qué hacen. Imagina si comenzamos a buscar a Dios y Su tecnología espiritual con la misma pasión y respeto. Esa es la intención del estudio de la Kabbalah: expandir y profundizar nuestro entendimiento y, por lo tanto, nuestro amor a Dios y a toda la diversidad y precisión de Su Creación.
Rosh Hashaná y todas las festividades que están integradas en este mes son algunos de los aspectos más sofisticados del algoritmo de Dios. Como debe ser, ya que son la preparación, el anteproyecto, el sello y la base de la vida y el destino de cada individuo y el mundo. ¿Podemos de verdad comenzar a comprender todo eso? Esta es la tecnología para construir una vida total y completa.
Haré mi mayor esfuerzo, tal y como el Rav lo hizo todos estos años, por sintetizar la oportunidad que ahora está frente a nosotros: estas maravillosas y mágicas 48 horas que han sido incluidas en la configuración del universo para ayudarnos a recibir toda la plenitud, que es nuestro derecho de nacimiento.
Como siempre, comencemos con el entendimiento sencillo de lo que se conoce sobre este día, y agreguemos capa por capa todo lo que Rosh Hashaná representa y ofrece.
Rosh Hashaná es conocido como Yomá Arijtá, el “día largo”. Debido a que Rosh Hashaná no es considerado como una festividad de dos días sino un día de 48 horas.
Rosh Hashaná comienza el séptimo mes. ¿Qué sabemos sobre el número siete? Está escrito que todos los siete son queridos en el Cielo: Dios bendijo los siete días; el año sabático es santificado; y entre los meses, Tishrei es el más preciado ya que Dios puso todas las festividades en este mes, Avraham, Yitsjak y Yaakov nacieron en el séptimo mes. En Rosh Hashaná, comenzó la redención de Egipto, aunque se haya manifestado en Pésaj.
Rosh Hashaná es un tiempo de ocultamiento. Todo lo que ocurre durante Rosh Hashaná parece tener el elemento de ocultación, y sabemos desde un punto de vista kabbalístico que lo que está oculto está bendito ya que está oculto de los ojos de Satán, por decirlo de alguna manera. Rosh Hashaná ocurre cuando la Luna está oculta, a diferencia de otras festividades. Se dice que en Rosh Hashaná, la Luna (Maljut) se reduce, por eso no recitamos la Bendición de la Luna Nueva en el Shabat anterior al séptimo mes, para ocultar el Día del Juicio de Satán.
Los sabios nos enseñan que en Rosh Hashaná Dios completó la Creación, la cual terminó con la creación del hombre. Al final, en este día, cada ser humano es juzgado por todas nuestras acciones, y todo lo que ocurrirá en nuestra vida en el año entrante está escrito.
Tal y como está escrito en el Talmud: Los ojos de Dios los ven desde el inicio del año hasta el final. Pasan uno por uno, a todos los escudriña con sólo una mirada. Creó el corazón de todos juntos y entiende todas sus acciones.
En el libro Celestial hay tres capítulos abiertos durante este día: uno sólo para los malos, uno sólo para los completamente justos y otro para los que están en un punto intermedio.
Según entendemos, los malos son inmediatamente inscritos en el Libro de la Muerte, los justos son inscritos inmediatamente en el Libro de la Vida y los que están en el medio son mantenidos en equilibrio entre Rosh Hashaná y Yom Kipur. Si lo merecemos, y nuestra vida significará algo para quienes nos rodean y para el mundo, entonces seremos inscritos en el Libro de la Vida.
Pero si no lo merecemos, Dios no lo quiera, es decir, si no tenemos posibilidad de cambiar, seremos inscritos en el Libro de la Muerte. Se dice que en Rosh Hashaná no somos juzgados por esas cosas negativas que hicimos, sino por el potencial que tenemos y no alcanzamos. Si aún podemos avanzar en pos de ese potencial, tendremos vida.
Los justos son aquellos cuyos méritos son más grandes que sus transgresiones, los malos son aquellos cuyas transgresiones son más grandes, y los que están en la mitad están equilibrados, beinoni. Todos debemos considerarnos como parte de los de la mitad y buscar inclinar la balanza para todos. Debido a que ese es nuestro trabajo en este mundo; no fuimos creados para ser perfectos, sino que debemos buscar nuestra propia posibilidad y, al hacerlo, continuamos creciendo.
En este día, no debemos arrepentirnos de las acciones del año pasado. En Rosh Hashaná, el Día del Juicio, debemos considerar cómo nos gustaría ser transformados, y comenzar a vernos y comportarnos como si ya fuésemos nuevas personas.
¿Cómo es posible que seamos transformados? ¿Qué ocurre que nos permite ser renovados?
El Rav nos dice: “Ni el Shofar ni las oraciones son el punto central de Rosh Hashaná. Estos son simplemente métodos para alcanzar el ‘aserrado’”.
¿Qué es “aserrado”?
Tenemos un cuerpo físico y uno espiritual (que no es el alma). El alma y el cuerpo espiritual pueden separarse del cuerpo físico en Rosh Hashaná. Así pues, nuestra esencia interna puede deshacerse de su capa exterior. A esto es a lo que se refieren los kabbalistas cuando hablan del término espiritual de “aserrado”. Por favor, ten en cuenta que todo esto ocurre en un nivel metafísico, más allá de nuestra capacidad de percepción. Cuando esto ocurre, el cuerpo y las acciones negativas que cometió como resultado del Deseo de Recibir para Sí Mismo pasan por un proceso de muerte. Sin el alma, un cuerpo es sólo un caparazón sin vida.
Según las enseñanzas kabbalísticas, cuando Satán, el fiscal, se para frente a la Corte Celestial para enumerar todos los pecados de una persona, sólo ve un cuerpo sin vida; ya que el alma y el cuerpo espiritual le están ocultos gracias al proceso llamado aserrado. Una vez realizada esa observación, Satán se retira, no toma en cuenta a esa persona y continúa con el siguiente caso.
Por eso, Rav Yitsjak Luria (el Arí) explica que somos salvados de los ojos del fiscal en el Día del Juicio. Para eso son todas las oraciones, el toque del Shofar y las intenciones especiales. En el proceso de aserrado, nuestro verdadero ser interior es separado de nuestro Deseo de Recibir para Sí Mismo que fue la causa de nuestras faltas. Qué gran y poderoso regalo. Tan profundo, expansivo y hermoso es el sistema que el Creador construyó para nosotros que tenemos todo el apoyo para regresar a un nuevo cuerpo, una nueva vida física.
Con todo eso dicho, lo más importante que debemos mantener en nuestro corazón, y no dejarnos abrumar por los detalles, es la apreciación y alegría de la voluntad de Dios hacia la humanidad en este día. Debido a que los métodos del Creador son distintos a los del hombre. El hombre juzga a un amigo cariñoso con buena voluntad y misericordia, y al enemigo con ira y justicia estricta.
¿Cuán a menudo pensamos: “Ajá, obtuvo lo que se merecía”? Pero Dios hace lo contrario, Él juzga al mundo entero, incluso a Sus enemigos, sólo con buena voluntad.
Esta es la afinidad que debemos tener con el Creador en este día. Alcanzar un nivel de conciencia de misericordia y amor por el prójimo. Al hacerlo, podemos crear milagros.
Este regalo infinito y abrumador llega a nosotros por este período de 48 horas. Inclinar la balanza para el mundo sólo necesita una comunidad unida, con una sola visión, que por encima de todo permanezca una como una sola alma, una mente, un corazón y no permita que nada se atraviese para poder crear para nosotros y el mundo un año de paz, armonía, amor y plenitud total.