La vida parece injusta algunas veces, ¿no? Gente buena sufriendo, gente mala teniendo todo tipo de cosas buenas. Algunas personas nacen siendo ricas, algunas pobres, algunas sanas, otras enfermas, algunas con buenas familias, otras con familias abusivas, algunas con inteligencia, algunas no tan inteligentes. Podemos seguir hablando sin parar de todo lo que parece injusto.
Sin embargo, ¿de verdad podemos creer que el Creador permitiría injusticia? ¿Podríamos decir que el Creador es injusto y muestra favoritismo?
Estoy seguro de que cada uno de nosotros tiene ejemplos de la vida siendo injusta. Mi primer ejemplo lo vi cuando tenía 12 años de edad y mi abuela murió. Ese fue mi primer roce con la muerte. Todo lo que el rabino podía decirme es que no sabemos por qué Dios hace lo que Él hace; no sabemos por qué Dios me quitó a mi abuela. ¿Puedes imaginarte que sentí sobre Dios en ese momento en mi vida? No era algo muy bueno. Durante los siguientes 8 años, perdí a mis abuelos, a mi tía abuela, primo y a mi madre. Fue la muerte de mi madre lo que finalmente me hizo ver de forma diferente mis creencias sobre Dios y nuestro propósito en este mundo. Afortunadamente encontré al Centro de Kabbalah. A través de las enseñanzas del Centro he sido capaz de encontrar respuestas que se llevaron mi odio y resentimiento hacia el Creador, y me trajeron más cerca a su Luz.
La injusticia real es lo que la religión, todas las religiones, han perpetrado en la humanidad con la ayuda del Oponente, el ego humano (si eres nuevo en el Centro de Kabbalah, por favor lee el libro Satán: una autobiografía): Influenciarnos a creer que el Creador, la fuerza de la Luz, puede ser injusta, que el Creador puede dar y quitar la vida al azar, o caprichosamente puede ser la fuente de caos.
El Creador es la verdadera esencia del amor, compasión, cuidado, y todos los aspectos de la satisfacción. Por ello, hablando desde un punto de vista kabbalista, el Creador no puede ser la fuente del dolor, sufrimiento y caos, ya que esas cosas no existen en el Creador. Como el Rav Berg y Karen Berg siempre nos recuerdan: "La Luz no puede crear oscuridad; la Luz sólo puede eliminar la oscuridad".
El punto de este artículo es entender la lección de lo que la porción de Mishpatim puede enseñarnos, y cómo podemos usar de la mejor manera posible la energía de Mishpatim.
Los kabbalistas enseñan que el universo funciona mediante causa y efecto, sin excepción. Cada acción que una persona realiza tiene una reacción correspondiente en su vida. Por ejemplo, si una persona daña a otra por rabia, entonces en el futuro alguien actuará con rabia hacia esa persona. En ambas situaciones, el propósito es superar la rabia y transformar la energía emocional de su odio en una acción de tolerancia, perdón, compasión, o algo por el estilo. Eso es lo que los kabbalistas llaman tikún o "corrección". Si una persona no transforma su rabia, entonces situaciones similares continuarán ocurriéndole a esa persona hasta que aprendan a transformarla.
El mismo proceso ocurre con todos los comportamientos reactivos de una persona. En el proceso de transformación, una persona está convirtiendo su oscuridad en Luz y su caos a armonía y orden, dejando brillar su Luz al mundo para el beneficio de todos.
Las primeras secciones de Mishpatim en el Zóhar explican la reencarnación. Esto es para ayudarnos a entender que no todos los efectos o consecuencias de nuestras acciones ocurrirán en una sola vida. A veces las acciones tendrán efecto en la próxima vida. Es por ello que hay muchas cosas en la vida que pueden ”parecer” injustas. Esto también explica por qué hay personas que nacen bajo ciertas circunstancias.
Imagina una persona que haya sido miserable en una vida pasada. Puede que vuelva a su siguiente vida con padres, hermanos, amigos, maestros, etc. que sean miserables también. Es importante para nosotros tener presente que el propósito de esas circunstancias es dar una oportunidad a la persona para que "pague" la deuda espiritual de sus acciones de una vida pasada, y transformar su comportamiento en esta vida a uno que esté más alineado con la Luz.
Sin el entendimiento de la reencarnación como parte del proceso de tikún, entonces sin duda nuestros cinco sentidos verán mucha injusticia en el mundo. Al aplicar la sabiduría de la Kabbalah, veremos cómo el universo está perfectamente balanceado por causa y efecto. Incluso si no puedes ver el balance, la armonía de la acción/reacción, será de ayuda en tu vida comportarte de manera proactiva, generosa en respuesta a cada situación que se te presente.
También es muy importante abstenerse de usar este entendimiento como una forma de juzgar a las personas que están en situaciones difíciles, o desestimarlos con un pensamiento como "está bien, ellos se lo merecen de una vida pasada". Nosotros, los "espectadores", no debemos quedarnos de brazos cruzados observando la negatividad en el mundo y no hacer nada en cuanto a eso porque creemos que es causa y efecto. Cada uno de nosotros tiene el propósito de despertar desde adentro una mayor compasión por otras personas. Todos tenemos el propósito de actuar en formas que nos permitan compartir nuestra Luz, para que otros puedan tener un despertar espiritual, para que al hacer brillar más y más Luz en el mundo eliminemos todas las formas de negatividad de la humanidad. La sensibilidad al dolor y el sufrimiento de otras personas, y participar en acciones para eliminar ese dolor y sufrimiento son los atributos principales de los verdaderos kabbalistas y estudiantes de Kabbalah. Esta es la misión del Centro de Kabbalah, eliminar la muerte, el dolor y el sufrimiento del mundo al difundir el Zóhar y la sabiduría de la Kabbalah.
La energía de la porción Mishpatim nos ofrece apoyo para sanar nuestros errores de vidas pasadas a través de enfocarnos en ser individuos más generosos y más proactivos a través de cada reto que enfrentemos. Mishpatim nos da el poder de saber, con verdadera certeza, que el universo está inclinado a nuestro favor, que el Creador es sólo Luz y bienestar, y que no importa qué tan injustas parezcan ser las cosas, todo ocurre para darnos una oportunidad para añadir más Luz a nuestro mundo y al mundo entero.
Mishpatim significa "juicios". Usemos la Luz de esta semana para juzgarnos a nosotros mismos y a otros, no desde la ilusión de los 5 sentidos, sino de ser seres de Luz en el proceso de manifestar nuestra perfección.
Shabat Shalom
Mishpatim es una explicación de las leyes de causa y efecto que pueden ocurrir en una vida o se pueden llevar de una vida a la siguiente. Esta es una razón por la que la reencarnación está explicada en el Zóhar en la porción Mishpatim.
Juzga sólo tus acciones, no juzgues las circunstancias. Recuerda que todo es causa y efecto, incluso si no puedes verlo o entenderlo. Entiende que el universo está inclinado a tu favor y el Creador quiere que lo tengas todo; el único que puede esclavizarte a la ilusión eres tú mismo.