Este artículo de la porción semanal fue publicado originalmente en 2019
La vida es como una espiral ascendente, se desplaza en círculos y se eleva cada vez más con cada vuelta. Incluso las estaciones del año giran como una rueda, una y otra vez. El alma también da vueltas como la arcilla en el torno de un alfarero. Con cada vuelta del torno, las manos del alfarero transforman la arcilla. Al final, una simple masa de arcilla puede transformarse en un hermoso jarrón. Estamos en el torno del alfarero de la vida. Podría sorprenderte escuchar que esta no es tu primera vez en la tierra. Este no es tu primer cuerpo. Ya hemos estado aquí antes y regresamos a transformar nuestras almas de arcilla en hermosos jarrones para que el amor del Creador nos llene. Algunas personas hasta pueden recordar sus vidas pasadas con detalles precisos, de eso hablo en mi libro Continuará…. Regresamos a este mundo muchas veces para completar nuestro propósito espiritual. A menudo, una experiencia de vida no es suficiente para transformar nuestra alma en lo que estamos destinados a ser. Regresamos, vida tras vida, y en el camino dejamos semillas que crecen para ser el karma que construye nuestro futuro. Puede que no recordemos haber sembrado esas semillas, pero su influencia es incontenible. Venimos a este mundo y nacemos en un territorio determinado, con padres determinados, talentos determinados y aspiraciones determinadas. Terminamos conociendo a gente y entrando en una variedad de sucesos de vida que fueron causados por las acciones de nuestras vidas pasadas. Cada vida es construida sobre la anterior. Mientras damos vueltas, nos elevamos y convertimos nuestras hermosas almas en vasijas de Luz moldeadas por la mismísima experiencia de vida. Esta semana damos una mirada a nuestro pasado para entender nuestro futuro. El cosmos abre una ventana para que veamos de dónde hemos llegado a fin de saber exactamente a dónde necesitamos ir.
“Esta semana damos una mirada a nuestro pasado para entender nuestro futuro”.
Nuestra especial y misteriosa porción semanal de la Biblia es llamada Mishpatim. Mishpatim significa “decretos”. La semana pasada hablamos del Monte Sinaí, esta semana continuamos desde allí. Justo después de recibir del Creador la primera parte de su manual espiritual, los Diez Enunciados, los israelitas ahora estaban listos para recibir la segunda parte. Los israelitas eran como recién nacidos, renovados después de renacer al salir de Egipto. Eran personas nuevas que se embarcaban en un viaje espiritual y el Creador estaba a su lado para guiarlos, tal y como está hoy con nosotros. El Creador representa las manos del alfarero para nosotros, nos convierte en los seres evolucionados que pedimos ser. El Creador les informa a los israelitas sobre los “decretos” de la vida, es decir, las leyes kármicas de la vida. Estas leyes espirituales crean un pacto entre el pueblo y el Creador, lo cual fortalece su vínculo espiritual. De nuevo, el pueblo respondió: “Haremos todas las cosas que el Eterno ha dicho, y obedeceremos” Este fue el siguiente paso en su evolución espiritual. Este fue un momento cumbre de rectitud para el mundo y toda la humanidad. Estos lineamientos espirituales crearon energía positiva y ayudaron a transformar a los israelitas para que fueran capaces de canalizar la Luz del Creador. Mishpatim nos ofrece el conocimiento de un sistema espiritual que fue establecido para servirnos y ayudarnos a mejorar nuestra vida en aquel momento y ahora. Los lineamientos expuestos por el Creador se expanden a lo largo de nuestras vidas y toda la experiencia humana. Puede ayudarnos no solo pensar en nuestra vida como una historia contenida solo en nuestra vida actual, sino como una historia que incluye varias vidas. Tu viaje no comenzó cuando naciste hace unas décadas en esta vida, sino hace miles de años. Todas tus vidas son vueltas del torno del alfarero que te convierten en la persona que eres hoy. Los lineamientos de Mishpatim son el camino Divino que el alma realiza a lo largo de su viaje. El Creador luego le pide a Moshé que suba al Monte Sinaí para unirse con Él y recibir en forma física todo lo que fue dicho: las Tablas de piedra. Moshé subió y se quedó en el monte por cuarenta días y cuarenta noches. Un período de tiempo que le permitió al pueblo purificarse y prepararse para recibir las Tablas.
“La alegría es el pensamiento de Creación, y el Creador quiere que lo vivamos”.
Quizá pasemos la mayor parte de nuestros días lidiando con cosas que tienen poca importancia espiritual. Puede que dejemos que nuestros pasatiempos y carreras nos consuman. Pero ¿esta es realmente la razón por la que vinimos a este mundo? ¿Regresamos a este mundo una y otra vez para despertar cada mañana, ir al trabajo y volver a casa cada noche, y solo repetir lo mismo día tras día? ¿Para eso fuimos creados? ¿O nuestra existencia tiene más propósitos? La Kabbalah enseña que la respuesta a esta última pregunta es sí. Estamos aquí en la tierra para expandir nuestra alma y permitir que se manifieste en nuestra vida. Nacimos no solo para existir, sino para vivir una vida de alegría y plenitud infinitas. La alegría es el pensamiento de Creación, y el Creador quiere que lo vivamos. Los desafíos que enfrentamos en la vida nunca son fortuitos. Los desafíos que enfrentas están conectados con una vida anterior. Cuando estamos abiertos a aceptar que lo que vemos en nuestra vida hoy es el resultado de las semillas que sembramos en vida pasadas, podremos ser libres. Podremos ser libres del dolor y las acusaciones. La mayor libertad es saber que todo lo que nos ocurre es para nuestro propio crecimiento y beneficio. Saber que nuestros problemas no se presentan en vano ni son fortuitos puede ser una de las cosas más liberadoras de todas. Las leyes kármicas de la vida nos enseñan que todo lo que damos regresa a nosotros. Si deseamos tener más amor en nuestra vida, debemos darlo. Mishpatim nos enseña que todo lo que damos regresará en algún momento, ya sea en esta vida o en la siguiente. Esta semana somos llamados a abrir nuestro corazón para dar amor porque sabemos que es la única manera en la que podemos recibirlo.
Esta semana en tus meditaciones, ábrete a viajar al pasado. Muestra disposición a entender un poco mejor de dónde vienes para saber hacia dónde avanzar. Recuerda tu infancia. ¿Qué te gustaba hacer? ¿Cuáles eran tus sueños? ¿Qué te encantaba jugar? Nuestra conexión más cercana con nuestra vida pasada puede sentirse más cuando somos niños. Nuestro niño interior tiene acceso a la ventana de nuestro pasado y puede darnos los detalles que necesitamos. Ábrete a entender que quien eres ahora es el resultado de todo lo que has sido. Estás sobre los hombros de vidas pasadas y eres la suma de todo lo que has aprendido y vivido. Así pues, sé amable contigo mismo. Los desafíos que enfrentas hoy forman parte de una larga historia que todavía se desarrolla. Una larga historia que abarca muchas vidas y miles de años. Aún no eres una hermosa obra de arte culminada. Eres una vasija hermosa, pero aún estás en proceso de construcción. Permite que la vida te forme. Acéptala. Cada día, ve por el mundo sabiendo que cada encuentro y experiencia que vives tiene un significado mayor diseñado para crear el alma más hermosa. Sé paciente con tu proceso. Permítete aprender y crecer. Permite que las ruedas de tu alma sigan dando vueltas. Tu historia es una larga y grandiosa epopeya, y está lejos de llegar a su fin.