No hay acciones pequeñas. ¿Has escuchado esto antes?
Cuando vas por la calle y te encuentras una billetera o un celular, por ejemplo, la Kabbalah enseña que fue a propósito que te encontraras con eso, que hay una razón para ello. La razón por la que te encuentras con esa billetera o celular es porque tú, ahora o en el futuro, necesitarás ayuda de alguien cuando pierdas algo. Se te da la oportunidad de realizar una acción. Así pues, tomando esa oportunidad para regresar el objeto perdido a su dueño, haces que cuando tú pierdas algo, alguien te lo regrese.
Esto también aplica para los casos en lo que te encuentras con una persona que necesita ayuda. Quizá estás corriendo para llegar a tu trabajo y ves a un anciano a quien se le cayeron sus compras en medio de la calle, por ejemplo. Esa oportunidad está allí para que ayudes y para que cuando necesites ayuda en el futuro alguien esté allí para ayudarte.
Esperemos que esto nos haga apreciar nuestras acciones… porque no hay acciones pequeñas. Nos damos cuenta de la importancia de un acto relativamente simple, una acción puede llevarnos a recuperar lo que perdimos o a recibir o no recibir ayuda cuando la necesitemos. Como ya se ha dicho, no es una coincidencia que cierto objeto perdido o una persona que claramente necesita ayuda física aparezca en nuestro camino. Si aprovechamos esa oportunidad, recibiremos ayuda cuando la necesitemos. Pero si no la aprovechamos porque creemos que estamos muy ocupados o no tenemos tiempo, quizá no nos llegue ayuda cuando la necesitemos.
El nivel de importancia que crees que tiene lo que te has encontrado y que debes regresar, o el nivel de ayuda que crees que alguien necesita no es importante. Cada acción o acción potencial que llega a nuestra vida está allí porque necesitamos su efecto, ya sea ahora o después. Cada situación que llega a nuestra vida es una oportunidad que nos da la Luz del Creador. La Luz sabe que si realizamos estas acciones aparentemente pequeñas, despertaremos ciertos niveles de ayuda que necesitaremos en algún punto de nuestra vida. Es importante recordar que no hay acciones pequeñas y que cada acción que realizamos tiene su efecto.
La próxima vez que te cruces con alguien que necesita ayuda o encuentres algo que alguien perdió y piensas que estás muy ocupado o que no tienes tiempo para ayudar, detente y piensa por un momento. Es posible que sea la Luz dándote una oportunidad. Podría haber un momento en el futuro no tan distante en el que necesites ayuda o pierdas algo importante para ti. Ayudar a que alguien recupere lo perdido ahora, o ayudar a una persona ahora, hace que recibas ayuda cuando la necesites en el futuro.
Cuando veas un llamado a la acción, actúa. Recuerda que ninguna acción que realices, por insignificante que parezca, es pequeña. Tiene un efecto.