El día 9 de Leo (Av) contiene un equilibrio único de opuestos para nuestra familia.
Tishá BeAv (tishá significa “noveno”) es considerado como un día de tristeza y oscuridad. La fecha conmemora la destrucción del Primer y Segundo templos, junto con otros momentos trágicos de la historia. Sin embargo, los kabbalistas enseñan que cuanto mayor oscuridad, mayor es el potencial para la Luz. Así que no ha de sorprender que mi suegra y gran maestra, Karen Berg, se elevara de este mundo un 9 de Av hace tres años. Los días de elevación son particularmente poderosos porque nos permiten conectarnos con la energía que el alma de la persona emitió en el mundo durante su vida.
Y a lo largo de los 28 años que la conocí (¡que ahora puedo decir que son 31, puesto que ella sigue conmigo cada día!), Karen fue un canal de la Luz: desde su hermosa sonrisa con hoyuelos hasta las maneras en que inspiraba a otras personas, cerca y lejos.
Karen sabía que la oscuridad casi siempre está conectada, en cierto nivel, con una falta de amor y compartir. Las guerras, el crimen, la avaricia, la destrucción de los templos; todo se origina en la tendencia humana de hacer callar “al otro” en la búsqueda de nuestros propios intereses. La noción errada de que podemos seguir estando bien cuando los demás no lo están es opuesta a la esencia de la espiritualidad: que solo hay UNA energía, un amor, un bienestar. ¡Tu felicidad y la mía están entrelazadas!
Tal y como escribió Karen: “El único camino a la plenitud es transformar tu Deseo de Recibir para Sí Mismo —la fuerza gravitatoria del ego— en Deseo de Recibir para Compartir”. No obstante, ese tipo de compartir no siempre es fácil. A lo largo de su vida, Karen enfrentó sus propios obstáculos. Por ejemplo, hubo gente que estaba completamente en contra de la difusión del estudio de la Kabbalah (que antes estaba reservado únicamente para eruditos ancianos y rabinos) en el ámbito público. Pero ni Karen ni el Rav permitieron que esto los detuviese.
De hecho, Karen solía hablar acerca de que la resistencia es un elemento necesario para la manifestación de cualquier tipo. Una semilla necesita la resistencia de la tierra, así como también fluctuaciones de temperatura y agua, viento, entre otros elementos, para convertirse en una planta saludable o un árbol. Una bombilla podría estar conectada a la corriente eléctrica, pero sin la resistencia que crea el filamento, tan solo crearía un chispazo breve y dejaría un desastre de vidrios rotos.
Nosotros, también, necesitamos resistencia para alcanzar la totalidad de nuestro potencial. No fue a pesar de la oposición que Karen y el Rav lograron sacar la Kabbalah a la luz, sino que fue GRACIAS todos los detractores y todo el rechazo que pudieron duplicar su compromiso y llevar a cabo su visión. Y como resultado, ambos apuntaron más alto, tanto personal como profesionalmente… ¡para el beneficio de millones de personas en todo mundo!
Karen creyó en mí mucho antes de que yo creyese en mí misma. Consciente de mis tendencias al perfeccionismo, Karen me dijo una vez: “Es por eso que Dios creó los borradores; no tenemos que ser perfectos”. Ella me recordaba que, si tenemos certeza en la Luz del Creador, entonces la Luz del Creador estará involucrada en cada aspecto de nuestra vida, incluyendo los errores que cometemos. Esos errores son parte de esa resistencia. ¡Son fundamentales para el proceso!
Así que en este día tradicionalmente sombrío de Tishá BeAv, todos podemos elevarnos al explorar dónde y cómo nuestros propios desafíos nos han ayudado a crecer. Si actualmente estás enfrentando una dificultad o un obstáculo, ten presente que no está ahí para bloquearte. Míralo por lo que es realmente: ¡la resistencia que necesitas para ayudarte a convertirte en una mejor versión de TI mismo!
Justo antes de que Karen partiese, se registró un pequeño sismo en los sismógrafos de Los Ángeles. En ese entonces sabía, y todavía sé, que ella quería sacudirnos para despertarnos. ¡Literalmente! Ella quería recordarnos que nunca perdiéramos de vista todo lo bueno en este mundo y en nosotros mismos. En medio de la tradicional oscuridad del día, Karen quería que cada uno de nosotros se mantuviese conectado con nuestra propia visión… recordar que cualquier oscuridad que experimentamos es también un puente hacia la Luz.