Bienvenidos al mes de Géminis. Después de un período de pesadez y desafíos potenciales, llega Géminis al cosmos y consigo trae una brisa de aire fresco. El mes de Géminis es regido por el planeta Mercurio, el planeta más veloz del sistema solar. Su trayecto alrededor del Sol dura tan solo 88 días, a una velocidad de 170 000 km por hora aproximadamente. Esto es casi el doble de la velocidad de la Tierra. Con semejante rapidez conduciéndonos este mes, ¿cuál es la esencia que Géminis nos aporta? En términos kabbalísticos, entendemos que la astrología es una interfaz a través de la cual la energía del Creador puede alcanzarnos y ayudarnos efectivamente. Cada mes del año es otro peldaño que nos envía el Creador para orientarnos en nuestro camino al éxito y la plenitud. El mes de Géminis es uno de ellos. Solo en el mes de Géminis están las condiciones precisas e idóneas para que la Torá sea revelada a la humanidad. En el sexto día del mes de Géminis ocurre la festividad de Shavuot, en la cual se canalizó y presentó la Torá al mundo. El regalo más auténtico de Géminis es su capacidad de ser un puente de enlace entre el mundo físico y el espiritual. Géminis facilita la comunicación entre nosotros y el Creador. En este sentido, la Torá puede revelarse. Cuando un objeto se mueve lo suficientemente rápido entre dos puntos, el objeto parece estar en dos lugares a la vez. La velocidad elimina la ilusión de la separación. La comunicación veloz durante el mes de Géminis nos permite cerrar la brecha entre quiénes somos y quiénes estamos destinados a ser. Podemos unificarnos con nuestra Luz interna, con la Luz en los demás y finalmente con la Luz del Creador. Nuestro preciado regalo en el mes de Géminis es la ventana de oportunidad para conectarnos fluidamente entre cualquier dualidad. No hay que aceptar más el espacio entre nosotros y la Luz, entre nosotros y las bendiciones, ni entre nosotros y otras personas, dado que podemos eliminar la ilusión de separación y ver que todo es verdaderamente uno.
"Este es el secreto del mes de Géminis"
Para los géminis no parece haber nada suficientemente rápido. Pueden captar y entender conceptos en cuestión de segundos y, en un abrir y cerrar de ojos, enseñarlos a otras personas. La enseñanza y la comunicación son los dones de Géminis. Cuando aparece en nuestro cielo nocturno la constelación de Géminis, cuyo símbolo son los gemelos, ¿qué hemos de aprender, entender y enseñar? ¿Qué se nos pide que recibamos? La Torá fue entregada en este mes, y se nos pide que recibamos este código y anteproyecto del Creador para mejorar nuestra vida. Es un documento escrito que, a través del poder de las letras hebreas, nos proporciona cantidades inconmensurables de energía espiritual. Esta transferencia de energía ocurre mediante las letras. El mes de Géminis es un conducto a través del cual se puede canalizar la Luz como en ningún otro mes. La Torá no habría podido ser entregada a la humanidad sin este medio y capacidad que está presente ahora durante estos días. Lo que esto significa para todos nosotros es que nos otorgan la valiosa habilidad de conectarnos con algo con lo que nunca antes pudimos conectarnos. Imagina la increíble emoción de aquellos que usaron el teléfono por primera vez. La magia de poder traer a nuestro mundo algo que antes no existía. El maravilloso asombro de poder escuchar la voz de un ser querido que se encontraba lejos. El camino a la espiritualidad es unificar dos cosas que antes estaban separadas. Esta es la radiante Luz que se nos entregó cuando se reveló la Torá en el Monte Sinaí. Fue nada menos que la unificación total y absoluta con el mismísimo Creador.
"Nosotros somos nuestro prójimo. Nosotros somos el Creador".
La separación y la desunión son la desafortunada ilusión de este mundo. Podemos caer fácilmente en la trampa de pensar que nuestro dolor es más importante que el dolor de otro. Pero ¿acaso el hambre de nuestro hijo es más grave que el hambre del hijo de otro padre? ¿Acaso los problemas que enfrentamos son más serios que los problemas que enfrentan otras personas del otro lado del planeta? Para entender mejor esto, te pregunto: “¿Te preocupas solamente si tu pie está lastimado pero no cuando tu mano lo está?”. ¿No es tonto asumir siquiera un segundo que solo nos preocupan ciertas partes del cuerpo pero no otras? ¿Acaso no todos estamos de acuerdo en que cada parte del cuerpo —ojos, corazón, piernas, pulmones, manos— es de vital importancia? En este sentido, ¿el dolor de nuestro prójimo deja de ser dolor nuestro? ¿Las necesidades de alguien en la otra punta de la ciudad no son nuestras necesidades? Durante este mes, la velocidad nos permite comunicarnos como nunca antes. Podemos entender que efectivamente todos somos uno y podemos ver el gran poder y responsabilidad en esta verdad. Géminis nos permite entender que en realidad tampoco hay diferencia entre nosotros y el Creador. Los gemelos del mes de Géminis están aquí para enseñarnos que cuando estamos ante un espejo, no solo vemos nuestro propio reflejo, sino el reflejo del mismísimo Creador. La misma Torá nos dice en Génesis 1:27, “Dios formó al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo formó; varón y hembra los formó”.
Este es el secreto del mes de Géminis. Somos capaces de ver finalmente que no hay brecha, espacio o diferencia entre nosotros y nuestro prójimo. No hay brecha, espacio o diferencia entre nosotros y la divinidad. Nosotros somos nuestro prójimo. Nosotros somos el Creador. De esto podemos entender nuestro gran poder y nuestra gran responsabilidad. Podemos entender que nos conviene amar a los demás, ya que estamos compartiendo con nosotros mismos. Esta gran revelación ocurre en este mes cuando reconocemos que dentro de nosotros habita el Creador. A partir de ahora, no queda espacio para el miedo, la duda, ni ningún tipo de odio hacia uno mismo. Todo lo que hay es un amor innegable por los demás, por nosotros mismos y por el Creador, ya que genuinamente todos somos uno.