Los niños son permanentemente curiosos. Hacen preguntas y aprecian la novedad en todo. ¿Por qué el cielo es azul? ¿Por qué el agua moja? A medida que crecemos, dejamos de hacer preguntas por temor a parecer tontos y dejamos de buscar retroalimentación porque no queremos exponernos a la crítica. Esto puede hacer que hagamos suposiciones desinformadas sobre nosotros y el mundo, en especial algunas que sean cómodas y convenientes para nosotros y no nos estimulan a ver las cosas de forma distinta.
La curiosidad es una parte integral de nuestro crecimiento y tiene ventajas enormes en todas las áreas de nuestra vida. He aquí tres beneficios de tener curiosidad por la vida:
1. La curiosidad nos ayuda a entrar en contacto con nosotros mismos y nuestros deseos.
Tendemos a creer que nos conocemos bastante bien, y esa es una suposición que nos impide crecer de formas significativas. Algunas de las suposiciones más dañinas que hacemos tiene que ver con nuestro propio valor o posibilidades de éxito. Si no obtenemos un ascenso, podríamos asumir que no somos buenos en nuestro empleo. Podríamos asumir que alguien nos rechazará antes de invitarlo a salir, así que ni siquiera lo intentamos. Nos estancamos en nuestras historias habituales y estas usualmente son negativas.
Las personas llegan a un punto en sus vidas en las que no les satisfacen las cosas que solían satisfacerlas. Esto puede ser frustrante y molesto, pero en realidad es una gran oportunidad para despertar la curiosidad por sí mismos y por quiénes están destinados a convertirse. Es una oportunidad para deshacerse de las suposiciones que tienen sobre sí mismos y comenzar a ver todas las posibilidades.
Comienza a despertar la curiosidad por la persona que podrías ser y cómo puedes cambiar las cosas en tu vida. ¿De qué otra manera podrías reaccionar ante una situación, incluso si la respuesta es atípica? Podrías sorprenderte a ti mismo y encaminarte hacia un cambio para mejor.
2. La curiosidad nos abre a nuevas soluciones y posibilidades.
A veces vemos los problemas o los obstáculos en nuestra vida y nos sentimos sin esperanza alguna. Podría parecer como si no hubiese salida. La idea de que las cosas no se pueden mejorar es una suposición que nos impide avanzar. Siempre hay una solución, siempre hay algo que podemos hacer para que una situación sea un poco mejor.
La curiosidad por la vida es lo que nos abre a mejores posibilidades. Las cosas podrían no resultar exactamente de la manera que las planificamos, pero ¡a veces es para mejor! Las experiencias geniales y emocionantes son las que no prevemos. La curiosidad te conduce a nuevos lugares y eso a veces puede ser atemorizante. Pero si te retraes, podrías perderte muchísimas experiencias fenomenales.
La curiosidad es un cambio sutil en la manera que pensamos. Es una decisión de encontrar sentido y una perspectiva nueva. Podemos experimentar una sacudida en la vida y elegir verlo como el fin del mundo o como algo interesante de lo que queremos aprender más. Esto no cambia lo ocurrido, pero sí cambia cómo lo consideramos y nos sentimos al respecto.
3. La curiosidad ayuda a desarrollar relaciones fuertes y prósperas.
Las suposiciones que hacemos a menudo son una gran barrera que nos impide cultivar relaciones prósperas. La curiosidad es lo que deshace esas suposiciones. Así como tendemos a hacer suposiciones sobre nosotros mismos, solemos sacar conclusiones apresuradas y asumir lo que nuestra pareja quiere o prefiere sin haber consultado con ella. Asumimos que la conocemos tan bien que no le damos espacio para cambiar. Solo porque las cosas fueron de una manera en el pasado no significa que todavía sean así. Tan solo hacer preguntas muestra curiosidad e interés que provocan un crecimiento.
Cuando tu pareja pide atención o conexión, puedes abordarla con preguntas, vincularte con ella y mostrar interés, o puedes apartarte e ignorarla, tranquilizarla o terminar la conversación. Abordarla con curiosidad crea una conexión y aprecio. A pesar de lo ocupadas que son nuestras vidas, siempre podemos elegir poner esto como una prioridad si nos interesa nuestra pareja y la salud de nuestra relación.
La curiosidad consiste en emocionarte por las posibilidades ilimitadas que te esperan y la oportunidad de aprender más sobre ti mismo y las personas que te rodean. Cada día podemos tomar una decisión de buscar respuestas y nuevas maneras de ver las cosas. Esto nos ayuda a dejar de lado las suposiciones dañinas, descubrir nuestro potencial y cultivar relaciones prósperas. Es el camino a encontrar plenitud duradera. Deja de suponer y comienza a hacer preguntas, cuestionar e investigar.