No hay nada como un nuevo año para inspirar la motivación por el cambio. Rosh Hashaná, el Año Nuevo kabbalístico, es una oportunidad perfecta para realizar cambios en nuestra vida.
Vemos en retrospectiva el año que está por terminar y reflexionamos acerca de lo que pudimos haber hecho mejor y lo que deseamos para el futuro. Si bien es cierto que la energía de este mes nos asiste para que hagamos grandes cambios, es importante recordar que podemos empezar desde cero en cualquier momento. Todos los días están llenos de posibilidades. Depende de nosotros dar el primer paso.
Es fácil pensar que para hacer cambios en nuestra vida es necesario que algo comience.
Pensamos: “El lunes comenzaré a comer de forma más saludable”, o “Buscaré un nuevo empleo cuando termine el verano”. Sin embargo, esperar el momento perfecto puede convertirse en una excusa que nos permita aferrarnos a viejos hábitos. Cuando te veas a ti mismo postergando los cambios que debes hacer en tu vida, pregúntate: ¿Qué estás esperando? ¿Estás inseguro? ¿Necesitas apoyo? ¿O simplemente estás dando excusas? Se requiere de enfoque e intenciones claras para convertir un deseo en acción.
Cuando tomas el tiempo para hacerte preguntas incómodas, puedes comenzar a ver la brecha entre la persona que quieres ser y la persona que tus acciones dicen que eres. Si siempre te imaginaste a ti mismo como el tipo de persona que haría trabajo de voluntario para una buena causa, pero no has donado algo de tu tiempo en años, pregúntate qué pasos puedes dar para reducir esa brecha. El cambio puede comenzar con algo tan simple como enviar un correo electrónico o hacer una llamada para saber cómo puedes comenzar a involucrarte.
Si te has estado sintiendo culpable por algo que hiciste que lastimó a otra persona en el pasado, quizás puedes escribir una carta para expresar cuánto lo sientes. Transformarnos en la persona que esperamos ser requiere acción. Michael Berg dice: “Hacemos conexiones, compartimos y llevamos a cabo acciones espirituales que atraen y revelan Luz. Sin embargo, si no nos liberamos de quien fuimos una vez y nos convertimos en quienes debemos ser, entonces la Luz que espera bajar a nuestra vida no puede manifestarse”.
Si la introspección te hace sentir abrumado e inseguro acerca de cómo comenzar, considera buscar a alguien muy cercano a ti (un amigo de confianza, un colega o compañero) y pregunta con humildad: “¿Qué necesito cambiar?”. Si de verdad estás listo para hacer cambios, permanece abierto. Asume la responsabilidad por tus acciones o hábitos negativos y reconoce cuán destructivos son. Escuchar lo que un ser amado tiene que decir puede ser incómodo, pero no hay mejor momento que ahora.
El paso más poderoso que alguna vez daremos en la vida es el paso hacia el cambio, lo importante es recordar que puede suceder en cualquier momento. No obstante, si ha pasado mucho tiempo desde que te comprometiste con un cambio drástico, quizás necesites comenzar por algo más pequeño. Establece una tarea sencilla o intención para ti mismo, como: Voy a llegar a tiempo al trabajo el día de hoy, o Voy a sacar algo de tiempo para salir a caminar el día de hoy.
Tener éxito en una escala pequeña puede ayudarnos a sentirnos más capaces y motivados para llevar a cabo acciones futuras. Una vez que manejes las cosas sencillas, intenta dar pasos más grandes. Simplemente establece la intención y llévala a cabo.
Considera compartir tu intención de cambiar con un amigo cercano y pídele apoyo. Al informar a alguien acerca de los pasos que deseamos tomar para cambiar, nos hacemos responsables ante esa persona y, por lo tanto, es menos probable que retomemos nuevamente viejas costumbres.
Movernos hacia el cambio positivo es una opción en todo momento. Como Michael Berg dice: “Llevamos a cabo acciones que tienen el potencial para revelar una gran cantidad de Luz. Pero si no nos transformamos, la Luz no puede manifestarse en nuestra vida”. Si bien el Año Nuevo es una gran época para reflexionar acerca del pasado y hacer resoluciones para el futuro, cada minuto del día contiene la misma oportunidad para cambiar. La decisión de dar el primer paso depende de nosotros.