¿Qué visualizas cuando piensas en autoconfianza? Probablemente sea alguien que camina erguido, tiene una presencia imponente, es seguro de sí mismo y no se doblega bajo presión. A la mayoría de nosotros nos gustaría ser más seguros en algún área de nuestra vida. Hay clases, seminarios y libros completamente dedicados a enseñar cómo obtener confianza en uno mismo. Pero la autoconfianza también puede ser algo negativo cuando se origina en el ego.
Las personas que parecen ser las más seguras externamente a veces son las más acomplejadas, ya que usan la arrogancia para ocultar su inseguridad. Cuanto más segura es una persona internamente, menos tiene que actuar externamente con ego.
He aquí tres consejos para desarrollar verdadera confianza interior que emana del alma y no del ego:
1. Recuerda cada día que tu alma es perfecta e ilimitada. Dondequiera que miramos, somos bombardeados de mensajes: carteleras, publicidades en redes sociales, anuncios en la televisión; todos diciéndonos cómo vernos mejor, cambiarnos, ser más exitosos, más felices. Tan solo compra este producto, toma esta píldora, toma este curso. El mensaje que recibimos una y otra vez es que no somos suficiente. Pero aceptarnos tal y como somos es un enorme primer paso en nuestro crecimiento espiritual. Comienza con una verdad simple: nuestra alma es ilimitada.
A menudo creemos que necesitamos “adquirir” sabiduría, fuerza o bondad; pero esto ya está en nuestro interior. El proceso de la vida es descubrir y revelar las partes de nuestro ser que ya poseemos. Eres poderoso tal y como eres hoy, en este instante. Lo único necesario es eliminar los velos que ocultan parte de tu Luz. Todo el trabajo espiritual y la transformación en realidad no “suman” nada a tu esencia, tan solo revelan el poder que ya se encuentra ahí. Ninguna otra persona puede darte algo que tú no poseas ya.
Eso no significa que no haya cosas que quieras cambiar sobre ti mismo. Para hacerlo de una forma fuerte, sana, poderosa y duradera, recuerda cada mañana que no solo eres digno, sino que también posees mucho más dentro de ti de lo que todavía puedes comenzar a entender. Ámate por completo. Dedica tiempo en aceptar que tu alma es perfecta, ilimitada y llena de Luz.
2. Dedica menos energía a lo que los demás piensen de ti. Cuanta más energía, pensamientos o angustia invirtamos en lo que los demás piensen de nosotros, más oscurecemos nuestra alma, esencia y poder; lo cual los hace más inaccesibles.
A veces nos convencemos a nosotros mismos de que debe importarnos lo que los demás piensen. A medida que asumimos más responsabilidades en la vida, el ego nos engaña para pensar que nos debe importar lo que opinen de nosotros nuestros jefes, clientes, amigos o cónyuge. El peligro de caer en este modo de pensar es que crea una cortina sobre nuestra alma y le imposibilita revelarnos toda esa gran Luz interna.
La manera de ser más seguros de nosotros mismos es no darle importancia. Si no te importa lo que los demás piensen de ti, puedes concentrarte en conectarte con el Creador y revelar Luz en el mundo al callar todo el ruido externo. Es como tener un campo de fuerza a tu alrededor porque tienes mucha claridad. Cuando estás haciendo lo que debes hacer sin distracciones, te sientes seguro de ti mismo.
Presta menos atención a lo que cualquiera piense de ti. Es un callejón sin salida. Cualquier nivel de preocupación por lo que los demás piensen de ti no solo es una pérdida de tiempo sino que también oscurece el poder de tu esencia.
3. Concéntrate en aquello que sea agradable a tu alma y te ayude a revelar tu Luz única. Un árbol crece porque tiene una naturaleza innata de crecer, no porque le interese lo que los demás árboles opinen de él o porque quiera ser el mejor árbol de todos. Tiene un propósito y cumple con ese propósito. Cada uno de nosotros, también, tiene un propósito espiritual; y nuestro trabajo en la vida es seguirlo y revelar esa Luz única en el mundo.
Artistas como Miguel Ángel o Leonardo da Vinci no pintaban por logros o reconocimiento, sino porque sus almas necesitaban revelar esa belleza. Solo tú puedes lograr las cosas que viniste a hacer aquí. ¡Nadie más puede hacer lo que tú puedes! No tiene que ser una gran pintura o escultura. Podría ser tan simple como cultivar un jardín o ser buen padre o madre para tus hijos.
Escucha a tu alma. Contacta con aquello que tu alma desea revelar en el mundo. Mientras hagas el intento de escuchar a tu alma y revelarlo en el mundo, estás en el camino correcto.
Concéntrate cada día en estas tres ideas y desarrollarás seguridad en ti mismo. Aprenderás a confiar en ti y ver los beneficios que esto aporta de forma continua. Estarás constantemente creciendo, evolucionando y conectándote con los mejores aspectos de tu ser. Al vivir de esta manera, la Luz de tu alma se revelará y obtendrás confianza en ti mismo y en tus decisiones.