Muy a menudo, al estudiar espiritualidad, escuchamos acerca del poder de pensar positivo; tanto así que a veces puede sonar trillado o como un cliché. Pero hay una coherencia en la forma en que nuestros pensamientos crean la energía que influye en nuestro entorno, nuestras experiencias y, finalmente, la plenitud que obtenemos.
He aquí tres maneras en que la positividad puede cambiar tu vida para mejor:
1. Los pensamientos, las palabras y las acciones positivas crean un entorno positivo. ¿Alguna vez has entrado en un lugar y de inmediato sentiste una mala vibra? Es una sensación intuitiva inexplicable pero muy real. A su vez, ¿alguna vez has estado en un lugar que inmediatamente te hace sentir cómodo con su atmósfera cálida y acogedora?
La sabiduría de la Kabbalah explica que esto tiene una razón muy clara. Todo lo que nos rodea es energía: el aire, las paredes e incluso objetos inanimados. Influimos en la energía que nos rodea mediante nuestros pensamientos y comportamiento, para bien o para mal. No es casualidad que la gente invierta grandes sumas de dinero y esfuerzo para garantizar que su hogar tenga el feng shui apropiado o que una casa en la que ocurrió un crimen violento pierda su valor en el mercado.
Tenemos una responsabilidad en los ambientes que habitamos. La energía que creamos en nuestro hogar es la energía que sentirá cada persona que visite. Una vez que se revela una energía en un lugar, permanecerá para siempre. La energía negativa creada en un hogar con muchas discusiones, gritos y acciones negativas no desaparece simplemente cuando se hacen las paces.
Si bien esto podría sonar como una responsabilidad enorme, ¡de hecho puede ser inspirador! Si dedicas tus pensamientos, palabras y acciones a la positividad, puedes crear una energía positiva que llene los espacios que habitas. Influimos en el tipo de energía que existe a nuestro alrededor, y eso se extiende a cada persona que habita o entra en ese espacio.
2. Cuanta más energía positiva crees, más sucesos positivos habrá en tu vida. Es fácil creer que las cosas que hemos hecho se quedan en el pasado. Pero, en realidad, la energía que creamos permanece con nosotros eternamente y, con el tiempo, se manifiesta de formas que ni siquiera imaginamos.
A veces no entendemos por qué nos ocurren cosas malas a nosotros. Es fácil creer que alguien más simplemente tiene más suerte, tuvo una ventaja o tiene una mejor disposición. Si pasas todo un día solamente con pensamientos, palabras y acciones negativas, crearás una nube de negatividad que se manifestará en tu vida en algún momento. No es un castigo, simplemente es el resultado de la energía que has creado. Lo contrario también es cierto. Si dedicas tu vida a crear energía positiva mediante pensamientos y acciones de compartir, bondad y altruismo, se manifestarán cosas positivas en tu vida.
No subestimes el poder de incluso un solo pensamiento positivo. Ya sea que hayas tenido una infancia dolorosa o una serie de experiencias que no te enorgullezcan, puedes cambiar el rumbo de tu vida absolutamente. Un pensamiento positivo poderoso puede cambiar tu vida por completo. En cada momento, eliges qué energía crear y qué clase de vida vas a tener.
3. A través de la positividad, obtienes el apoyo de una fuerza superior. Si aceptamos que las energías positivas y negativas que creamos no se disipan, entonces sería razonable que la humanidad haya creado fuerzas colectivas enormes tanto de energía positiva como negativa a lo largo de la historia que sigue con nosotros hoy en día. Hay una fuerza negativa poderosa que intenta hacer que hagas cosas negativas. Esa fuerza es un efecto de la negatividad que has creado y de la negatividad que la humanidad ha estado creando desde su origen.
Desde luego, también hay una poderosa fuerza positiva a la cual puedes conectarte. ¿Cómo determinas a qué energía te conectas? ¡Mediante tus pensamientos, palabras y acciones! Si juzgas a otra persona o hablas mal de ella, estás eligiendo conectarte con tu propia negatividad y también con la fuerza negativa colectiva. Cuando necesites tomar decisiones positivas, será más difícil. Por otro lado, cuando te conectas con lo positivo, puedes invocar esa fuerza positiva para que te apoye. Si luchas contra tu inclinación a juzgar, hablar mal o hacer algo negativo, te conectas activamente con la benevolencia colectiva y tienes más capacidad para hacer cosas positivas y que las cosas marchen bien para ti.
Ten presente que hay una energía además de la tuya que está a tu disposición. Incluso si has tenido una mala racha, recuerda que hay una enorme ola de positividad esperando que te subas a ella y te haga llegar a la plenitud.
Cada día es una decisión y una posibilidad. ¡Tomamos decisiones importantes sobre cómo pensamos, hablamos y nos comportamos en cada momento sin siquiera reconocerlo! Sé consciente del poder de tus pensamientos y acciones. Puedes tanto crear como conectarte con una energía positiva que redefina el mundo que te rodea y cómo lo experimentas. Al elegir la positividad, eliges cambiarte a ti mismo y al mundo para mejor.
