¿Crees que tienes un alma? Si es así, ¿qué significa el alma para ti? La antigua sabiduría de la Kabbalah enseña que el alma es una chispa del Creador, una poderosa fuerza de amor y creación. Eso significa que cada uno de nosotros tiene un potencial de grandeza ilimitado en su interior.
Aun si comprendemos que tenemos un potencial sin explotar, la mayoría de nosotros no se da cuenta de lo ilimitado que es ese poder. Puede ser difícil acoger y usar nuestro poder innato debido a falsas creencias que nos frenan. Al reconocer y abordar estos mitos, podemos comenzar a cambiar nuestra perspectiva y trabajar para alcanzar nuestro máximo potencial.
He aquí cuatro creencias que limitan tu grandeza:
1. No creer en tu potencial.
Puede ser incómodo acoger nuestra grandeza cuando no estamos seguros de que ya existe en nuestro interior. Cada uno de nosotros está en contacto con el Creador en todo momento, la diferencia es que algunas personas lo saben y otras no. Saber que estamos conectados con la Luz del Creador nos permite acceder a ella, usarla, revelarla y tener una vida de grandeza.
El primer paso para aceptar tu grandeza es creer en el poder que tienes. Muchas mañanas nos despertamos y dudamos de quiénes somos y del poder que tenemos. Cada día, cuando te despiertes, permite que tu primer pensamiento sea: “Tengo un poder asombroso dentro de mí. ¿Qué voy a hacer hoy con él?”. Vive sabiendo que eres grande. Tienes un alma dentro de ti, lo que significa un poder asombroso.
2. Pensar que tus errores te definen.
Las personas a menudo se frenan por los errores que ha cometido. A veces pensamos que nuestros errores nos definen y que no importa cuán bien lo hagamos después, nunca podremos borrar el pasado. Estos pensamientos nos llevan a pensar que, de alguna manera, estamos dañados y hemos perdido nuestra oportunidad de grandeza.
En realidad, todos tenemos un poder divino en nuestro interior y nada de lo que hagamos podrá cambiar eso. Tu grandeza es como una bombilla que brilla intensamente. Puedes cubrirla con pantallas y cortinas hasta que ya no puedas ver la luz, pero la bombilla en sí nunca se apaga. Naciste con un poder innato para ser grande y ningún error que cometas puede dañar ese poder. Tu trabajo es quitar esas capas que te impiden ver la intensidad del brillo de tu alma.
3. Preocuparte por lo que los demás piensen y digan de ti.
Para conectarte tu grandeza, debemos eliminar el ruido y los pensamientos negativos que se interponen en nuestro camino. Muchos de nuestros pensamientos se basan en lo externo: ¿Qué piensan de mí? ¿Soy suficientemente bueno? ¿Qué dirán si fracaso? Esta forma de pensar solo nos impide expresar las partes más auténticas y poderosas de nuestro ser.
Cuanto menos nos concentremos en lo que los demás piensan y dicen de nosotros y más tiempo dediquemos a vivir con autenticidad, más revelaremos el poder de nuestra alma. Tienes un poder increíble en tu interior, y siempre habrá críticos que se sientan amenazados, envidiosos o confundidos por ese poder. Ser auténtico significa dejar de lado lo que la gente diga o piense de ti y, en su lugar, mostrarte como tu verdadero ser, sin miedo a decir lo que crees o equivocarte.
4. Creer que los logros y éxitos equivalen a la grandeza.
Las personas suelen malinterpretan que la grandeza significa que alguien ha alcanzado un cierto estatus, ha logrado un determinado objetivo o ha sido reconocido por un logro notable. Esta creencia puede conducir a dos resultados diferentes: o alcanzamos un logro y creemos erróneamente que hemos alcanzado la grandeza, o miramos nuestra vida y pensamos que la única manera de llegar a ser grandes es lograr una hazaña increíble.
El éxito no equivale a la grandeza. Vivir una vida de grandeza consiste en tener un profundo impacto positivo, aunque solo afecte a una persona. No se trata de escribir la próxima gran novela ni de ganar un Premio Nobel de la Paz. Grandeza es tener una vida en la que estás alineado con tu alma y tu integridad. Pregúntate: “¿Cuán profundo es mi impacto positivo en las personas más cercanas a mí?”.
Vivir una vida de grandeza requiere valentía, fortaleza, honestidad, bondad y un deseo de crecer. Son todas esas cosas que aprendemos en el jardín de infancia y que luego parecemos olvidar cuando crecemos. Confía en que tienes un poder increíble dentro de ti que emana de tu alma. Nada de lo que hagas ni nada de lo que los demás digan o piensen de ti podrá socavar esa fuerza. Revelar las partes más sinceras y auténticas de tu ser es la puerta para alcanzar la verdadera grandeza.
