Cuando te imaginas a un superhéroe, lo más probable es que pienses en alguien dotado de una fuerza increíble, invisibilidad o la capacidad de volar. Aunque no podamos disparar rayos láser por los ojos o mover cosas con la mente, todos tenemos superpoderes únicos con el propósito de beneficiar al mundo. No solo existen dentro de cada uno de nosotros, sino que son una parte clave de nuestro viaje espiritual.
He aquí tres consejos para descubrir tu superpoder:
1. Acepta el hecho de que tienes un propósito único en este mundo que solo tú puedes alcanzar.
De niños, a menudo sentimos que no encajamos muy bien. Podemos mirar a nuestros compañeros de clase o nuestros amigos y pensar que hay algo inherentemente malo en nosotros. A medida que nos hacemos adultos, esos sentimientos suelen crecer con nosotros. Es fácil sentir que somos tan ordinarios que no hay nada especial en nosotros o, por el contrario, que somos tan diferentes de todos que simplemente no pertenecemos. Esto puede llevarnos a ocultar o negar partes de nosotros para ser más parecidos a los demás.
La sabiduría de la Kabbalah enseña que cada uno de nosotros tiene un propósito especial en este mundo, una Luz única que solo nosotros podemos revelar. Ninguna otra persona en el planeta puede alcanzar aquello que estamos destinados a lograr nosotros. Cuando tratamos de doblegarnos para ser más parecidos a otras personas, ocultamos la parte de nosotros que tiene mucho para ofrecer. Si Clark Kent renunciara a sus habilidades únicas de extraterrestre, solo sería un reportero del Daily Planet y no Superman.
La verdad es que cada individuo es único. Los aspectos de nosotros que son atípicos son los que vinimos a irradiar en este mundo. Cuando honramos y aceptamos eso, no solo nos vemos a nosotros mismos de manera diferente, sino que también somos capaces de acoger los dones especiales que otros tienen para ofrecer.
2. Enfrenta los pensamientos negativos sobre ti mismo.
Los pensamientos negativos pueden tener un control sobre nosotros que nos impide revelar nuestro verdadero ser. La belleza de cualquier pensamiento es que tienes el poder de revisarlo. Puedes elegir ajustarlo, cambiarlo, aceptarlo o rechazarlo.
Reconoce los pensamientos negativos que tienes sobre ti mismo y elige enfrentarlos. En lugar de insistir en las cosas que no te gustan de ti mismo, céntrate en las partes que quieres que crezcan, las partes que te permiten traer una gran Luz al mundo. Estas son las partes que realmente pueden crear un cambio en el planeta.
3. Piensa que tu mayor debilidad puede ser en realidad tu mayor fortaleza.
¿Y si las cosas con las que más tienes dificultades fueran realmente tus mayores fortalezas? Tendemos a vernos a nosotros mismos en términos de blanco y negro: rasgos buenos y rasgos malos. Imagina que tus puntos débiles podrían ser positivos y que tus puntos fuertes podrían estar frenándote. La independencia y la confianza en uno mismo suelen considerarse rasgos positivos, por ejemplo, pero pueden impedirte pedir ayuda o mostrarte vulnerable. La timidez, por otro lado, suele verse como algo que hay que superar, pero puede replantearse como una actitud introspectiva y observadora.
Nada es 100% bueno o malo. Replantea la forma en que ves tus puntos fuertes y puntos débiles. Cualquier rasgo negativo percibido puede cambiarse por algo que te sirva. Lo que crees que es tu mayor debilidad puede ser, de hecho, tu mayor superpoder.
Nunca ha existido una persona exactamente igual a ti. Tu genética, tus orígenes, tus puntos de vista y tus opiniones son una mezcla única que el mundo nunca ha visto. Del mismo modo, tu alma tiene un propósito único. Las cosas que te preocupan o que no te gustan de ti mismo pueden ser las mismas que te ayuden a cumplir ese propósito y a revelar una enorme Luz en el mundo. Enfrenta las cosas negativas que piensas de ti mismo y concéntrate en usar tus habilidades en beneficio de los demás. Cree en ti mismo y descubre tu superpoder.