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¿Qué hay en un nombre?

Centro de Kabbalah
Febrero 17, 2016
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¿Alguna vez te has preguntado por qué la ropa de diseñador es más popular que la ropa sin nombre? Es decir, si la mayoría de nosotros tuviera la posibilidad de usar la ropa de cualquiera de las grandes marcas y diseñadores, aunque fuera sólo una camiseta, ¿no lo haríamos?

En la actualidad, puedes entrar a una tienda de diseñador y comprar una camiseta por más de $200 sólo por la marca. Así que ¿qué hay en un nombre? ¿Por qué algunas personas están dispuestas a pagar tanto dinero sólo por tener el nombre de alguien más en su ropa?

¿Qué pasaría si pudiéramos tener ropa diseñada por Dios? ¿Cuánto estaríamos dispuestos a pagar?

Lo que resulta realmente interesante es que la porción de esta semana, Tetsavé, es muy inusual considerando que desde el momento en que Moshé entra en la historia bíblica al comienzo de Éxodo, su nombre se menciona en cada porción. Excepto en esta.

Esta porción se refiere a Moshé simplemente como “tú”.

Está escrito (versículo 20, capítulo 27 de Éxodo): “Y tú (Moshé) mandarás…”.

La historia bíblica de esta semana es casi un calco de la porción de la semana pasada de Terumá. Casi palabra por palabra, hay una descripción similar de la construcción del Tabernáculo. Sin embargo, adicionalmente también aparece la discusión de los diversos utensilios del sumo sacerdote y de las herramientas que él utilizaría en el Tabernáculo. Y hay una descripción bastante detallada con respecto a la ropa: un sombrero especial y un delantal especial, un peto y otras cosas, ¡todas ellas diseñadas por Dios!

Entonces, ¿por qué la ropa es tan especial? Nuestro maestro de bendita memoria, Rav Berg, solía decir que esta porción operaba en un nivel muy personal para todos nosotros, ya que la ropa es algo muy personal. Es lo más cercano a nuestro cuerpo. También es algo muy particular. Personas diferentes, gustos diferentes, deseos diferentes, ropa diferente.

El Rav también enseñaba que los kabbalistas explican que la ropa tiene un significado mucho más profundo. Existe también el concepto de la ropa espiritual.

Se dice que cuando Adán, el primer hombre, nació, tenía un tipo especial de ropa que lo protegía de todas las formas de negatividad física o espiritual. Él estaba protegido de cualquier tipo de daño de los animales así como del daño de ángeles o entidades negativas. Él tenía un escudo protector completo y absoluto. Sin embargo, después del pecado de Adán y su caída de estatus a un nivel inferior, Adán perdió la ropa especial que lo protegía. Él ya no disfrutaba los beneficios del escudo protector que una vez tuvo. La dinámica cambió para Adán cuando se le ordenó labrar la tierra y comer el pan producido con el sudor de su frente. Todo esto es un código, por supuesto, para que todos nosotros podamos entender que tenemos que trabajar y ganarnos nuestro pan, nuestro sustento y nuestra protección. Debemos ganarnos todas las formas de energía; debemos ganarla de forma espiritual, emocional o física.

Cuando despertamos en la mañana tenemos una serie de 18 bendiciones que nos ayudan a restaurar nuestra alma de regreso a nuestro cuerpo después del sueño de la noche. Dos de esas bendiciones son: 1) Bendito seas Tú, Quien viste a los desnudos, y 2) Bendito seas Tú, Quien les da fortaleza a los fatigados.

Rav Isaac Luria (El Arí) explica que estas dos bendiciones nos asisten en la restauración de nuestra vestidura espiritual diariamente debido a nuestra débil naturaleza espiritual; las acciones negativas o lo que podríamos llamar nuestra conciencia reactiva y egoísta. Cuando somos reactivos debilitamos o perdemos nuestra vestidura, nuestro escudo protector. Cuando hacemos el trabajo espiritual la fortalecemos.

Este es el poder de la ropa espiritual. Cuando somos seres reactivos, atraemos lo que se conoce como la Luz de Sabiduría de la Columna Izquierda de energía, o juicio. Eso significa que atraemos un nivel de energía muy alto que no podemos manejar. Es como meter un dedo en un enchufe, es algo muy fuerte para nosotros. Otro ejemplo: si estamos a dieta y nos desviamos hacia la gratificación inmediata que produce un pastel de chocolate, recibimos un alto nivel de energía, pero no podemos manejarla, ¡así que la alegría y la energía que sentimos se convierte en culpa y gordura! Alguien puede estar equivocado, pero si juzgo a esa persona (incluso si siento que tengo la justificación para hacerlo) recibiré energía, pero no lograré nada.

Estar en lo correcto sólo por estar en lo correcto es llamado energía de la Columna Izquierda, o Luz Directa. De nuevo, no podemos manejar esta energía porque es muy fuerte para nosotros; por ende, no es productiva y tiene consecuencias negativas.

En cambio, cuando tenemos la oportunidad de comernos el pastel de chocolate y hacemos restricción, y en lugar de ello comemos una ensalada de frutas, la energía no es tan intensa y vendrá a nosotros de forma equilibrada junto a lo que se conoce como Luz de Misericordia, la Columna Derecha.

Conservaremos la energía que nos dio la ensalada de frutas y esta nos fortalecerá.

La regla es que cuando creamos la Luz de Misericordia al hacer restricción a nuestra Columna Izquierda, esta Luz de Misericordia “viste” la más fuerte Luz de Sabiduría y nos permite manejarla. Cada vez que realizamos una verdadera acción generosa en contra de nuestra naturaleza, estamos de hecho creando ropajes espirituales que nos permiten manejar la Luz elevada porque esta ya no viene de forma directa a nosotros. Ahora entendemos el secreto de la ropa.

Esta semana, el Creador nos da un enorme regalo. Mediante la lectura de la Torá y por medio del escaneo de la porción de esta semana del Zóhar, podemos conectar con las vestiduras de Aharón, el Sumo Sacerdote, quien es la esencia de la Columna Derecha, la Luz de Misericordia.

La máxima fuerza de compartir.

Podemos recibir la capacidad para restaurar todas nuestras vestiduras espirituales con toda su fuerza y conectar con el mismo escudo protector que Adán tuvo. Esta es una gran oportunidad. Dijimos que el nombre de Moshé no se menciona únicamente en una porción, la de esta semana.

Uno podría preguntarse: ¿Por qué?

Los comentaristas explican que cuando la gente construyó el becerro de oro, Dios le dijo a Moshé que los destruiría a todos ellos y comenzaría una nueva generación a partir del propio Moshé. Moshé inmediatamente respondió: Si vas a destruirlos entonces sácame de Tu libro (la Biblia).

Los comentaristas dicen que debido a que Moshé dijo esto, su castigo fue que no sería mencionado en una porción, la porción de Tetsavé.

Los kabbalistas explican que hay otro secreto aquí del cual podemos beneficiarnos: desconectarnos de nuestro ego. Los kabbalistas enseñan que la porción de esta semana fue un gran regalo que el Creador le dio a Moshé. Moshé fue el más grande profeta que alguna vez haya vivido, pero su nombre no es mencionado en esta porción. Sin importar cuán grande pensemos que somos, tenemos que estar dispuestos a quitar nuestro nombre, que significa desconectarnos de nuestro propio ego de cualquier forma posible. Al final del día, toda la ropa de diseñador en todo el mundo tiene un diseñador supremo detrás de los nombres y las marcas, y quizá especialmente la ropa que no tiene ninguna marca de renombre. ¿Qué opinión tenemos sobre esa marca?

Es posible que mientras más importante sea la marca para nosotros, más importante es nuestro propio nombre también.

Quizá realmente necesitamos aprender que el diseñador supremo no tiene nombre. Mientras más entendemos esto, nos limitamos menos a nosotros mismos y a nuestra propia conciencia.

Moshé alcanzó el nivel donde él era el más grande profeta que jamás haya vivido sólo porque se desconectó por completo de sí mismo y se convirtió en un canal absolutamente puro.

Esta semana es una oportunidad estupenda para que todos nosotros nos acerquemos a este entendimiento y nos convirtamos en canales puros para compartir lo que somos con nosotros mismos, con nuestros seres queridos y con las personas que nos rodean.


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