Al principio de la porción de Vaetjanán, Moshé les dice a los israelitas que le rogó al Creador para que le permitiera entrar a la Tierra de Israel. El valor numérico de la palabra vaetjanán, que significa “yo rogué”, es 515. Y el Midrash nos dice que Moshé en realidad oró al Creador 515 veces para entrar a Israel.
Entonces, la pregunta obvia es: ¿por qué Moshé oró tantas veces por solo esto en particular? Si el Creador no respondió a su oración la primera vez, ¿por qué continuó pidiendo? ¿Qué razón podría haber tenido para hacer lo que hizo? Y, aún más importante, ¿qué debemos aprender de eso?
"Fortalecer nuestro entendimiento de que no tenemos nada por mérito propio, y de que todo lo que necesitamos solo puede provenir del Creador."
Para comenzar a entender esto, debemos analizar el verdadero propósito de la oración. El Midrash explica que el versículo: “… y servirle con todo tu corazón”, se refiere a la oración. ¿Qué tiene que ver la oración con el servicio? Usualmente vemos la oración como una manera de pedirle algo al Creador, mientras que el servicio es hacer algo por alguien más. ¿Qué conexión hay entre la oración y el servicio?
Rav Moshé de Teraní, el Mabit, explica una idea muy importante sobre la oración. Él dice que el propósito de la oración no es principalmente que nuestras oraciones sean respondidas; el proceso de la oración es para mostrar nuestro entendimiento de que nada ni nadie en el mundo puede satisfacer verdaderamente nuestras necesidades, excepto el Creador.
El Mabit nos enseña que cuando oramos, nuestra conciencia debería ser el conocimiento de que no tenemos nada sin la ayuda del Creador. Y por esa razón oramos. No oramos necesariamente para que nuestras solicitudes sean cumplidas, sino para fortalecer nuestro entendimiento de que no tenemos nada por mérito propio, y de que todo lo que necesitamos solo puede provenir del Creador. En otras palabras, la oración es una herramienta que podemos usar para fortalecer nuestra confianza y entendimiento de que todo lo que necesitamos solo viene del Creador.
Desde luego, hay muchas razones para orar y se pueden revelar grandes cantidades de Luz pueden revelarse a través del proceso de la oración. Pero el Mabit nos dice que cada vez que oramos y le pedimos cosas al Creador, debemos infundir en nuestra conciencia que solo podemos recibir esa plenitud de parte del Creador. Y si somos sinceros con nosotros mismos, ya sea consciente o inconscientemente, a menudo pensamos que hay otros factores que influyen en nuestra plenitud. Pero la manera en la que verdaderamente podemos recibir algo del Creador es teniendo confianza total en que solo el Creador puede satisfacer nuestras necesidades. Sin esta conciencia, es difícil que recibamos Luz y bendiciones.
Esta enseñanza nos ayuda a entender las acciones de Moshé. Él no oraba al Creador para que su oración fuese respondida. Más bien, trabajaba para llenarse con un entendimiento cada vez mayor de que todo viene del Creador. Oró 515 veces porque no solo se estaba desarrollando espiritualmente, sino que también, y más importante aún, nos estaba ofreciendo un verdadero entendimiento sobre la oración. Esto se vuelve aún más claro cuando nos damos cuenta de que la palabra hebrea para oración, tefilá , tiene el valor numérico de 515 que, como dijimos previamente, es el mismo de la palabra vaetjanán, “rogué”. Este es realmente un hermoso entendimiento que recibimos de Moshé en este Shabat.