Acostumbramos planear y agendar toda nuestra vida en torno a la idea de la comodidad. Buscamos (o deseamos) profesiones cómodas que nos permitan los medios para acceder a hogares cálidos, buenas comidas, ropa bonita y uno que otro lujo. Nos rodeamos de amigos y familiares con quienes disfrutamos compartir nuestro tiempo. Y tratamos de evitar cualquier estrés innecesario o dificultad en el camino. Esto es parte de nuestra naturaleza como humanos. Nuestros ancestros necesitaban buscar refugio, alimento y confort para poder sobrevivir las duras condiciones del mundo. Pero vivir siempre en la comodidad en realidad puede limitarte de formas profundas.
Nuestra zona de confort es donde las cosas son fáciles, tenemos resultados predecibles, estamos relativamente libres de riesgo y no nos demanda mucho tiempo o energía. A menudo nos oponemos al cambio porque dedicamos mucho tiempo a acumular cosas que nos aportan comodidad y tememos perderlas. Es cierto que estamos destinados a disfrutar toda la belleza y la dicha que la vida tiene para ofrecer, pero salir de tu zona de confort tiene beneficios increíbles y transcendentales.
He aquí tres razones para salir de tu zona de confort:
1. Obtienes más plenitud cuando sales de tu zona de confort. Muchas cosas nos dan felicidad momentánea. Puedes encontrarte con algo que te dé alegría, pero salvo que hayas trabajado duro por ello esforzándote por salir de tus limitaciones, no durará. Muchas personas que ganan la lotería terminan perdiendo todo su dinero y siendo infelices.
La clave para la plenitud duradera es salir de tu zona de confort. Si permaneces en el mismo lugar en la vida, sin importar cuán cómodo sea, con el tiempo se volverá incómodo. Estamos hechos para el cambio, movernos, crecer, ser curiosos. Es imposible que una persona, indistintamente de su edad, esté plena a menos que esté constantemente esforzándose por crecer.
Esta forma de pensar va en contra de la naturaleza humana. Todos queremos sentir seguridad, pertenecer, y creemos que podemos obtener esas cosas en nuestra zona de confort. Nos quedamos en ese lugar porque tememos a lo desconocido y la incertidumbre. Pero la verdadera certeza a nivel espiritual significa saber que, sin importar el panorama, siempre hay algo mejor esperándonos. Tan solo hace falta un poco de trabajo y estar un poco incómodos para alcanzarlo.
2. Te vuelves una persona mejor cuando sales de tu zona de confort. La sabiduría de la Kabbalah enseña que estamos en este mundo para crecer y ser mejores personas. Estamos destinados a probar, ser inquisitivos y dar rienda suelta a nuestra curiosidad sin miedos. Ser mejores personas requiere que nos impulsemos más allá de donde nos encontramos ahora. Si permaneces quieto, no estás mejorando. Si la situación no te desafía, no te transforma.
Cuando estás luchando contra tu zona de confort, sentirás los dolores del crecimiento. Pero lo que era incómodo para ti ayer se hace cada vez más cómodo con pasar del tiempo. La comodidad es el enemigo del crecimiento.
Sé curioso sobre ti mismo. Comienza diciendo: “No sé quién soy todavía”. Hay mucho más por descubrir en tu ser de lo que ya conoces. Es posible y es tu destino. No tienes idea de la magnitud y amplitud de cuánto puedes crecer.
3. Tu potencial ilimitado está esperando fuera de tu zona de confort. La única diferencia entre las personas que logran lo que están destinadas a alcanzar y aquellos que no lo logran es cuánto se alejan de su zona de confort. Cada uno de nosotros debe crear un nuevo camino usando sus habilidades únicas, no caminar el camino de otro. Una vida dentro de la zona de confort simplemente no produce un camino nuevo.
Esto no significa asumir mucho trabajo o trabajar por muchas metas diferentes. Hay una diferencia entre asumir muchos proyectos y esforzarnos en pos de nuevas direcciones. Tu verdadero potencial se encuentra más allá de los confines de tu zona de confort. A fin de revelar tu potencial único en el mundo, pregúntate: “¿Qué decidí hacer hoy que no haya sido cómodo?”. Solo al trascender tus limitaciones cumplirás tu trabajo de vida.
Esto no le resta importancia a las cosas maravillosas que ya has logrado, pero siempre hay más que puedes manifestar. El potencial de lo que puedes hacer supera con creces lo que has hecho hasta ahora.
Vivir en la zona de confort es un lugar peligroso porque nos mantiene alejados de la verdadera plenitud, el crecimiento y la realización. Desafíate a estar incómodo, probar cosas nuevas, aprender, caer y levantarte de nuevo. Sin importar cuán maravillosa o cómoda sea tu vida ahora, ten presente que puede ser todavía mejor y más satisfactoria. Hay toda una vida esperándote fuera de tu zona de confort.