Cada día de nuestra vida, estamos protegidos y tenemos milagros de los que quizá no estemos al tanto. Como Rav Berg le dijo una vez a un estudiante que tuvo un accidente automovilístico y salió ileso: “Yo tuve un milagro aún mayor. Salí de la casa y vine hasta acá, ¡y no me pasó nada!". Con la energía de esta semana de Balak, podemos apreciar los milagros invisibles con los que somos bendecidos y fortalecer la protección que recibimos contra las fuerzas negativas.