Fecha de publicación:
Agosto 1, 2023
Fecha de grabación:
Septiembre 3, 2022
Estoy muy emocionada de hablar sobre el tema de hoy: La autocrianza.
En un principio, comencé a pensar en esta idea hace un año y medio. Le dije a una amiga que quería trabajar en mi propio crecimiento, fuera de todo y de todos los demás. Le dije que quería practicar más la autocrianza.
A ella le pareció que eso sonaba trágico. Le pregunté por qué, y admitió que ella era una madre estricta. Sin embargo, a veces, nosotros también necesitamos eso.
Cuando nos criamos a nosotros mismos, podemos ser los padres más amorosos, comprensivos, afirmativos, alentadores e inspiradores que jamás hayamos soñado (¡ya sea que lo hayamos experimentado o no en nuestra propia vida!).
Nos encontramos con esta madre (o padre, si lo prefieres) cuando somos amables con nosotros mismos… cuando dejamos de castigarnos por lo que sea que pensamos que hicimos o dijimos mal… cuando, en su lugar, nos perdonamos a nosotros mismos y seguimos adelante con una nueva comprensión de lo que queremos ser.
Nos encontramos con ella cuando comemos alimentos sanos en lugar de comida chatarra todo el día… cuando movemos nuestro cuerpo con intención, expandimos nuestros límites física y mentalmente, leemos más cosas edificantes y frenamos nuestra dieta de negatividad, violencia y malas noticias en la televisión.
Esta madre interior nos recuerda que debemos rodearnos de personas positivas que nos animen a crecer. Nos inspira a recibir los regalos de la vida no solo para nosotros, sino (tal y como enseña la Kabbalah) para poder devolverlos a los demás y al mundo.
El día de hoy, quiero que analices la frecuencia con la que puedes autocriarte. ¿Con qué frecuencia te nutres a ti mismo? ¿Con qué frecuencia te tomas un descanso, comes, haces una pausa en tus obligaciones y realmente te ocupas de tus necesidades?
Hasta ahora, hemos hablado de la salud física y mental, así como de las relaciones y la importancia del amor propio. Recuerda: ¡es nuestro derecho de nacimiento amar y ser amados! De hecho, en la jerarquía de necesidades de Maslow, el “amor y la pertenencia” son elementos necesarios para nuestra autorrealización. Por lo tanto, para alcanzar a nuestro ser más pleno y actualizado, primero debemos fomentar nuestro sentido del amor propio.
¡Y así comienza nuestro viaje de la autocrianza!
El hecho es que nunca somos verdaderos gurús cuando se trata de nuestra propia vida. Estamos atrapados en el “yo”; perdemos ese elemento de perspectiva. Podemos ser sabios, conocedores y ayudar a todos los que nos rodean, pero no cuidar de nosotros mismos ni ocuparnos de nuestros propios líos.
Como adulto, nadie va a intervenir para decirte que te cuides. De acuerdo, si tienes mucha, mucha suerte, quizá algunos lo intenten. Pero, ¿los escucharemos?
A veces, tenemos que ser nuestros propios padres: inspeccionar, consolar, sugerir y cuidar de nosotros mismos. Puedes ser el tipo de padre para ti mismo que desearías que tus padres hubiesen sido (¡nada en contra de tus padres!).
A principios de este año le dije a una amiga que quería practicar más la autocrianza. A ella le pareció que eso sonaba trágico. Le pregunté por qué, y admitió que ella es una madre estricta. Sin embargo, a veces, nosotros también necesitamos eso.
Así que el día de hoy te pido que consideres lo que significa ser un buen padre. (Nota: ¡no tienes que SER padre para considerar lo que se necesita!)
Ejemplos de prácticas de crianza positiva en acción:
Caso de estudio #1: El niño está frustrado y enojado por unos deberes que no entiende, aun después de un esfuerzo considerable.
Consejo de “buen padre”: ¡Necesitas un descanso! Da un paseo… Toma un tentempié saludable… Descansa un poco, e intenta un método distinto más tarde o mañana.
Caso de estudio #2: El niño con demasiados compromisos y actividades está en modo de estrés total (¡suena como algunos adultos que conozco!). Está llorando o se comporta mal.
Consejo de “buen padre”: No puedes decir que sí a todo. Podría ser útil volver a priorizar las cosas… ¿Podemos sentarnos juntos y hacer un plan paso a paso para tu semana?
Cuando nos autocriamos, NOSOTROS nos convertimos en los que inspeccionamos, consolamos, sugerimos y cuidamos. ¿Y la mejor noticia? ¡Podemos criarnos precisamente de la forma en que siempre quisimos que nos criaran!
El día de hoy, da un paso atrás. Mira. Escucha. Respira. Entra en contacto con esos lugares de ti mismo que se sienten “desconectados”. Los lugares irritables, incómodos y menos saludables. Este es tu punto de partida para el trabajo que haremos en los próximos días.
A medida que avanzamos, recuerda: cuando los niños saben que son amados incondicionalmente, se sienten seguros y son más capaces de alcanzar y manifestar su potencial, a pesar de los fracasos percibidos en el camino (que, como sabemos, a menudo contienen nuestras mayores lecciones). Así que, por encima de todo, comprométete a ser amoroso contigo mismo en el proceso. Al fin y al cabo, ¡ahora tú eres el padre!
Uno de los grandes regalos del estudio de la Kabbalah es que nos volvemos más conscientes de las energías que nos rodean. Cada día, semana y mes tiene su propia energía única con diferentes poderes que nos proveen información. Este mes de Virgo es uno de los más trascendentales del año, lleno de la energía de transformación profunda. Durante los próximos 30 días, evaluaremos y repensaremos diez de las áreas más importantes de tu vida. En primer lugar, analizaremos lo que funciona y lo que no funciona. Te ayudaré a identificar tu deseo —lo que realmente quieres para esa área de tu vida— no lo que solo crees que quieres o piensas que deberías querer, o lo que otros creen que deberías querer. A partir de ahí, elaborarás tu plan. Lo harás factible, realizable y motivador. Estoy muy emocionada y agradecida de que me acompañen en este viaje para repensar, replantear, recalibrar y revitalizar su vida.